Capítulo 8.

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Los días pasaron con rapidez, el perder a su bebé fue un gran golpe para su realidad.

Sobre todo para Jungkook, apenas probaba bocado, escasamente se duchaba y había dejado de ir a sus sesiones de quimioterapia. ¿Para que lo haría? No había nada por lo que vivir.

Ya no.

Por otro lado, el cambio de actitud de Taehyung fue abrupto, dejó de tomar, su trato hacia Jungkook era dulce, no más golpes, insultos o reclamos, solo palabras tierna y llenas de amor. Además, había terminado por completo su relación adultera con Hoseok, luego de darle una elevada suma de dinero, este lo dejó en paz.

Tan libre para recuperar su matrimonio.

Pero, lo que Taehyung no sabía, es que muchas veces no podemos rescatar lo que nosotros mismos condenamos. Porque si quiebras un plato, aunque intentes unir sus pedazos, siempre faltara una pieza para que vuelva a ser como antes.

Dejó el mantel en la mesa, arregló su traje y sonrió. —Iré a trabajar, te dejé el desayuno en la mesa, comelo todo. —Taehyung besó la mejilla de Jungkook. —Te amo, hasta la tarde.

Espero algunos segundos una respuesta por parte del rubio, pero no obtuvo nada.

Dándose por vencido se enderezó y caminó hacia la puerta.

—También te amo. —El susurro de Jungkook, hizo que Taehyung sonriera.

Poco a poco lo recuperaba, solo debía ser paciente.

Felizmente salió de la casa, sería un gran día.

El sonido de la puerta cerrándose sacó a Jungkook de su ensoñación; esta vez su bebé le decía papá, sus ojos eran color miel y su cabello rubio, era tan hermoso.

Una pequeña sonrisa apareció en su rostro al recordarlo, pequeñas lágrimas acumuladas en sus ojos los hacían brillar. Lentamente se levantó del sofá, se limpió la mejilla que Taehyung había besado y entró a la habitación.

Luego de varios minutos salió con una gran maleta llena de sus prendas, no miró atrás, pues sentía que detrás suyo estaba aquel Taehyung que tanto lo amó, el mismo que lo arrastró al pozo del sufrimiento y dolor constante.

—Después de la escuela, vámonos a casa juntos.

Se detuvo en seco al escuchar la voz de aquel Taehyung adolescente, se dió vuelta y estaba ahí. Sonriéndole con dulzura mientras estiraba su mano en su dirección.

Jungkook sonrió de la misma manera, y dándose vuelta le dió una respuesta completamente diferente a la que dió en el pasado.

Me iré solo a casa.

PAINFUL LOVE || TAEKOOK. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora