La experiencia por si sola

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-Ay... - decía Lincoln mientras miraba con cara de bobo el techo de su habitación, pensando en lo que había sucedido en la tarde.

El beso lo tomó por sorpresa, realmente no era malo, sino que era algo que llevaba esperando por bastante tiempo, sin embargo, él no sabía dar el siguiente paso, por eso esperaba a que ella fuera la de la iniciativa (típico, ¿no?).

-Oye hermano, ¿cómo vas? - preguntaba Luna, quien entraba en la habitación de manera sorpresiva.

- ¡oye! Toca antes de entrar, por favor - dijo Lincoln algo incómodo.

-Ay hermano, ya sabes como es todo en esta casa, ¿por qué de pronto te sorprende esto? - dijo Luna mientras se sentaba en la cama de Lincoln.

Lincoln se rió ante el comentario, recordaba esas anécdotas y sabía que no podía enojarse con la hermana que tanto lo ha escuchando desde que entró a la secundaria.

-Bueno, ¿cómo has estado? - preguntó Luna algo preocupada.

-Bien, bueno... No sé, sinceramente no sé cómo sentirme, siento que decepcioné a mis padres  con lo que pasó, y que ahora todos me cree  como un idiota busca problemas - dijo Lincoln algo triste, mientras recordaba lo que había pasado.

En ese momento, Luna abrazó a su hermano, ella entendía por lo que pasaba su pequeño hermano, sabía que decepcionar a la gente era horrible, y más si era gente a la que uno apreciaba.

-Bro, sé por lo que estás pasando; nos ha pasado a todas, imaginate a Lori la primera vez, no tuvo con quien hablar más que guardarse el dolor, y aprender a resolver por si sola, luego fue más fácil para nosotras, porque siempre había un hombro con quien podíamos desahogarnos - dijo Luna mientras sobaba la cabeza de su hermanito.

De alguna manera, Lincoln se sintió más tranquilo, y liberado, lo que decía su hermana era verdad.

-Gracias Luna, gracias por escucharme - dijo el albino mientras sonreía.

-De nada bro, siempre voy a estar aquí para ti, al menos ya vas viendo que la adolescencia no es tan bonita como te lo pintan - dijo Luna mientras se levantaba de la cama del albino.

Él le sonrió, lo cual valía más que mil palabras, expresando su agradecimiento y felicidad por lo que ella había hecho por él.

Pasaba la noche, y en su descanso, el albino dormía con una plácida sonrisa, ¿qué estaba soñando, con quién soñaba? No se sabía a realidad, aunque, cualquier persona con un poco de inteligencia sabía que una pelipintada tenía mucho que ver.

- Lincoln, hijo, levántate - dijo Lynn sr mientras movía a su hijo.

- ¿papá, qué pasa? Son como las... 5 de la mañana - dijo Lincoln mientras tallaba sus ojos.

-Bueno hijo, considerando que es sábado, y que lo hecho por ti es una falta gravisima pues yo decidí que vas a venir a ayudarme con un pequeño proyecto que  tengo- dijo Lynn Sr.

-Oh Dios... enseguida bajo papá- dijo Lincoln mientras se levantaba de su cama.

Claramente, el albino no estaba muy de acuerdo con su castigo, pero, era el precio a pagar por su desjuicio. Se alistó con una sudadera blanca y unos tenis azules y bajó a la sala, donde Lynn Sr estaba esperando mientras tomaba un vaso de leche.

Ambos subieron a Vanzilla y emprendieron su viaje por las calles de Royal Woods que poco a poco, eran iluminadas con los rayos del sol naciente en el horizonte.

- ¿y para qué me necesitas papá? -  preguntó el albino con cierta duda.

-Bueno hijo, quería que fuera sorpresa; vamos a ir de pesca- dijo Lynn Sr mientras daba la vuelta por una avenida.

- ¿qué, osea que ese es mi castigo? - preguntó Lincoln algo incrédulo.

-Sí, hijo. Pensé que tal vez esto es una falta de comunicación entre tú y yo, además es como una vieja tradición en la familia Loud, tu abuelo lo hizo con mi padre cuando metió la pata por primera vez, e igualmente lo hizo mi padre conmigo y así lo he hecho con tus hermanas, hasta llegar a ti, quién ha sido el más joven- dijo Lynn Sr con la mirada al frente.

Durante el camino, no hablaron de más, aunque era un silencio agradable, con Lincoln mirando y admirando la naturaleza que se hacía presente en el camino, mientras que Lynn Sr ponía música antigua sacada de sus cassettes de hace 10 años.

Al llegar al susodicho lugar, había una pequeña casa con todos los implementos para la pesca entre padre e hijo.

-Bueno hijo, ¿me dirás qué pasó por tu mente al hacer eso? - preguntó Lynn Sr con la caña de pesca en el lago.

-Bueno... sentí ira, frutración y adrenalina, no quería lastimar a Clyde pero tampoco me quería quedar de manos cruzadas cuando se refería así a alguien tan importante para mí - dijo Lincoln mientras miraba el lago. 

-Por lo visto esa chica es bastante importante para ti, ¿acaso te gusta Lincoln? - dijo su padre mientras lo miraba.

Lincoln claramente se ruborizó ante dicha pregunta, aunque la veía venir por como su padre lo conocía.

-Sí... digo, es encantadora, maravillosa, atenta y muy linda- dijo Lincoln mientras extendía dicha caña para encontrar un pez.

-Bueno hijo, es normal a tu edad sentir esas cosas, sin embargo siempre pensé que Ronnie Anne era tu novia o al menos sentías cosas por ella, aunque no va al caso- dijo Lynn Sr al pendiente de la pesca.

-Sí, también pensaba lo mismo. Pero bueno, no quería decirte ni a ti ni a mamá porque pensaba que no les gustaría que fuera ella para mí por los inconvenientes que ha tenido en la escuela- dijo Lincoln algo preocupado.

-Ay hijo, no tengas miedo; mira, tu madre y yo cuando nos hicimos novios casi nadie de mi familia la aceptó, después y con el tiempo aprendieron a quererla- dijo Lynn Sr con una sonrisa en su cara.

Lincoln sonrió, pues al menos sabía que alguien de su familia lo entendía en ese aspecto.

-Sin embargo, no aplaudo que hayas golpeado a Clyde, aunque lo entiendo, debiste hacer otra cosa como ir a la oficina del director o hablar con tu maestro, podrías haberte evitado un problema bastante grand- dijo Lynn Sr desde la voz de la experiencia.

-Sí, lo sé papá, y no siento orgulloso de eso, pero ya no veo a Clyde como un amigo o como una amistad super fuerte como la de antes- dijo Lincoln mientras sentía vibraciones de su caña de pescar.

-Es normal hijo, y sí ya no quieres seguir siendo su amigo, te apoyaré con lo que sea- dijo Lynn Sr.

- ¡Papá, tengo uno! - dijo Lincoln mientras sentía como se movía su caña de pescar.

La actividad culminó con ambos en Vanzilla, riendo de la situación que habían pasado en el lago.

-Bueno, tengo el suficiente pescado para dar de prueba en el restaurante- dijo Lynn Sr con una carcajada.

-Oye papá... Gracias por escucharme, realmente te lo agradezco con el alma - dijo Lincoln con unas cuántas lágrimas en los ojos.

-Tranquilo hijo, a veces solo necesitamos ser escuchados y no ser regañados. Solo que, cuando volvamos, dile a tu madre que te di un buen castigo como descargar un camión de carnes o algo así - decía Lynn Sr mientras le guiñaba el ojo al albino.

Al llegar a casa, fueron recibidos con el desayuno que Rita había preparado, auque no era usual ver huevos revueltos en la mesa para todos sin ningún otro ingrediente, al menos era un aire fresco de la comida culinaria que preparaba el patriarca.

Durante ese fin de semana, la mayor parte del tiempo, Lincoln estuvo en su habitación, reflexionando pero no sobre el problema con Clyde, sino sobre su situación amorosa.

"¿y sí le digo? Pero, tal vez no quiera, digo, es muy temprano para estar así, y sé que pasa por un mal momento, ¿pero no sería un buen apoyo? ¡Dios, esto es muy frustrante! Debería tratar  de hablar con ella".

"sigue tu corazón hijo, sigue tu corazón".

Se le vino a la mente dicha frase que su padre le había dicho hace algunos meses, a lo cual, el abino se decidió en esa noche de domingo, sabiendo que tenía que hacer al día siguiente.

Continuará...

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⏰ Última actualización: Jan 29 ⏰

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