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Para Ramón la forma de moverse de Bullfrog en una pelea era tan maravillosa, su agilidad, su rapidez, además de que con cierta gracia en sus movimientos.
Le pidió que le entrenara, después de todo el alienígena no era muy bueno en el combate cuerpo a cuerpo. El híbrido obviamente aceptó alegremente diciéndole que entonces comenzarían a entrenar al día siguiente. Ramón no esperó ser despertado a las cinco de la mañana para salir a correr, hacía algo de frío al ser de mañana, el alienígena sentía algo de frío aunque llevara una sudadera.
Corrieron por un par de horas y entonces llegaron a la parte de la ciudad que parecía más solitaria, cerca al desierto. Ramón al ver que el híbrido se detiene hace lo mismo y respira cansado, no se detuvieron en ningún momento. Bullfrog no parecía estar cansado y le mostró una sonrisa mientras esperaba a que el mayor recuperara el aire.
—Entrenaremos aquí, este lugar es parfait
Ramón levanta el pulgar jadeando ligeramente, respira hondo y suspira ya logrando respirar normalmente.
—¿Qué será primero?
—Tú dímelo Mon Ami, está el combate, rapidez, estrategia y agilidad, paciencia...
Ramón se queda en silencio un momento, pensando en lo que sería.
—Quisiera que practiquemos el combate cuerpo a cuerpo, apesto en eso
El híbrido asiente ligeramente.
—Premier... quiero ver tu nivel...
Entonces el de ojos dorados suspira y se posiciona para atacar, el alienígena estaba desprevenido ante eso y con una barrida rápida es tirado por el híbrido, cae de espaldas al suelo, iba a levantarse pero notó que Bullfrog le iba a atacar, por lo que rodó a un lado rápidamente y se levantó, aunque casi cae el equilibrio al levantarse demasiado rápido. Bullfrog aprovechó eso y giró dándole una patada en el pecho lo que le hace caer de nuevo.
—Bien, ya he visto, beaucoup de choses doivent être améliorées
El híbrido le ofrece una mano para ayudarlo a levantarse, el rubio la toma y se levanta.
—No es justo, ni siquiera me dejaste prepararme
—Los enemigos en una pelea nunca esperan a que estés listo Mon ami
Ramón se queda en silencio, definitivamente los entrenamientos serían difíciles.
—Eh bien, nous allons commencer par quelque chose de simple... Golpeame
—¿Qué?
—Golpeame, es simple...
Le sonríe, Ramón duda y da un golpe sin mucha fuerza, aunque Bullfrog le esquiva y entonces se da cuenta del desafío en ese momento.
