☼Capítulo 3.

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-¿Por qué me sigues?-preguntó la joven una vez el vendedor había entregado el alimento al chico y se había vuelto para volver a prestar atención a su teléfono móvil.

-No te estoy siguiendo.-contestó él con tranquilidad.

-No, qué va.-murmuró la castaña ligeramente molesta.

Alejandra comenzó a alejarse del puesto, se sentó en un banco que se encontraba cerca de una fuente, y, claramente, fue seguida por Toby; el cual se quedó observándola.

-¿Vas a mirarme todo el rato?-preguntó Alejandra incómoda.

-Si dejas que me siente, no.

-¡No voy a dejar que te sientes!

-¿Por qué?

-Porque eres un desconocido, ¿recuerdas?-dijo la joven con tono obvio.

-Ya no soy un desconocido. Sabes mi nombre.-replicó Toby.

-Eso no significa que no seas un desconocido. Puedo saber tu nombre, pero ignorar que seas un pervertido o algo así.

-¿Tengo cara de pervertido?-preguntó Toby divertido.

-No. Pero sí de acosador.

-¡Eso no tiene sentido!, que haya decidido ir a comprar un waffle y hayamos coincidido no significa que sea un acosador.

-¡Pero si me has dicho tu nombre en la puta consulta!

-Y tú me has dicho el tuyo. Sonrojada.

-... Está bien; siéntate-dijo la chica cansada-, ¡pero no me hables!-Su compañero asintió y se sentó con ella.

Estuvieron unos minutos en silencio, comiendo y observando el hermoso paisaje, hasta que Tobias rompió la tranquilidad que habitaba en aquel lugar plagado de verde.

-Oye.-murmuró Tobias llamando la atención de la muchacha.

-¿Qué?-quiso saber ella, impaciente porque le dejara en paz.

-¿Cuál es tu número de teléfono?

-No tengo móvil.

-Mentira; te he visto en la sala de espera con él.

«Mierda.»

-De todos modos no quiero dártelo. Ahora me voy. Adiós.-dijo Alejandra, y se marchó de allí, con la poca dignidad que le quedaba.

«Maldito chico con nombre de perro.»

Dentista. [Shortfic] |Tole|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora