𝗦𝗛𝗢𝗚𝗔𝗡𝗔𝗜 ; Germán Usinger.

O3 - determined.

Luana | Decidida.

20 de abril, 2022.

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Dejé mi bolso sobre el banquito de madera, y luego me senté yo. Sinceramente no aguantaba más, me escapé de la facultad porque no me podía concentrar y no sabía ni de que hablaba el profesor.

Últimamente muchas cosas venían pasando, el volver a Capital a estudiar sola y dejar a mi familia me dolía. Sabía que era una gran oportunidad, que tenía menos viaje y era mucho más cómodo, pero como odiaba la distancia y horarios que me impedían verlos seguido.

Además, las cosas con mí mejor amiga se habían vuelto raras. Estaba demasiado con su novio, ya casi no estaba en nuestro departamento y, cuando lo hacía, se encerraba en su habitación por dos posibles motivos; 1) Estaba Ian y querían espacio 2) Estaba peleada con Ian, lo que equivale a llanto hasta que se arreglaban.

También cabe resaltar que había terminado con mí novio de un año y tres meses. Se fue a estudiar a otra parte, era muy inseguro y celoso, me frenaba en lo que quería hacer ya que a todo había un pero y jamás me acompañaba en mis objetivos. Simplemente, no compartíamos metas.

Tampoco sé si quiero seguir mi carrera, sinceramente me encantaría tener el título de Chef pero ahora estoy metida en las redes, me fue muy bien en tik tok y decidí seguir haciendo videos de mi vida pero en YouTube. Me está yendo muy bien, tengo a mis chulis que me siguen desde siempre y todo el tiempo la comunidad se agranda. También crecí en Instagram, así que se podría decir que soy influencer de belleza, moda y estilo de vida. Así que mi carrera interfiere un poco en mi trabajo actual, y no creo que sea algo que hoy en día esté en mis prioridades.

Saqué mi termo de la mochila y luego el mate, me preparé unos ricos mates para solucionar mi mal rato. Además, ayer había cocinado un budín de mandarina que estaba buenísimo y lo traje con la intención de compartir con mis compañeros, pero me fuí de clases.

Mientras tomaba mis mates ví a lo lejos a una persona desconocida, que se sentó en el banco enfrente al mío mientras usaba su celular. Se me hizo conocido inmediatamente, era Germán.

Dejé de mirarlo cuando él levantó su cabeza y seguí con lo mío, saqué mi budín de la mochila y empecé a comer. De vez en cuando miraba al de rulos, me parecía rarisimo verlo en una plaza a esta hora.

En una de esas miradas observadoras que hice, él miró también y me sonrió.

Tiene mucha pinta ese budín, eh. - habló dejándome casi muda, me había descubierto observándolo. ¿me habrá conocido?

- reí mirándolo para luego agarrar el boul y extenderlo frente a mí. - ¿Querés uno? Traje mucho y se va a poner viejo.

Uy me salvarias la mañana. - se levantó agarrando sus cosas y caminó hasta mi banco, agarró un cacho e iba a volver a su lugar pero hice seña de que se quedara. - Si me das mate me quedo, Luli.

¿Escucharon eso?

- abrí mis ojos al escuchar que dijo mi nombre y lo miré mientras tomaba mi mate. - ¿Te acordás de mí? - cebé un mate y se lo pasé. -

Obvio boluda, como me voy a olvidar de mi fan número uno. - rió y yo lo miré seria. - Era mentira, pero si, me acuerdo de vos y tus mates riquísimos. - extendió su mano devolviéndome el mate. -

Ay gracias Ger, no hay mejor halago para mí que ese. - reí mientras servía otro mate, pero para mí.

La mañana fue muy rápida, estuvimos hablando de todo y a su vez, de nada. Me contó que le está yendo muy bien, aunque tiene unos problemas con su novia y últimamente vienen complicados.