Anécdotas

10 0 0
                                    

Una mirada, una cosa pequeña te puede hacer cambiar todo.

Una sonrisa te puede animar el día. Pero te puede ilusionar.

Nunca tuve mucho que mirar y nada que sonreír. Eso es puro drama, mirando al punto de vista que soy curiosa y me pongo la mirada en algo que me interesa por largos minutos. Es mentira que no sonrío, siempre llevo sonrisa.

Al caer de la noche, la sonrisa se va. Llego sola en casa, ni quiero mirarme al espejo, puede que encuentre a un monstruo. No mi figura. Nunca fui la guapa, ni para comerse el coco. Nadie me pensó tanto, quizás sea un personaje secundario en las historias de las personas.

Al mismo tiempo siento que soy la protagonista de la mía, y tengo algo que hacer.

Por veces, aparecen algunos personajes que ni siquiera sabía que existían, no tenían hablas, no actúan. Aparecieron no sé si para ayudar o empeorar. Estuvieron largos minutos en episodios de mí vida, la mayoría no hicieron mucho éxito, el público quiso que permanecieran en anonimo. Y en los demás episodios ya no hablaban ni actuaban, solo reaccionaban a todo. Porque yo soy la protagonista, y ésta es mí historia. Nadie más la vive, o quizás si. No sé, solo sé que no quiero una chica que aparece en episodios ajenos en mí propia vida. Tengo que ponerme primera.

PALABRAS SUELTAS, que un día decidí decirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora