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-¡qué no! -kang había tirado su jugo de manzana al piso, furiosa y por supuesto, traicionada-. ¿cómo te atreves? ¡llevamos tres años de relación y tú me haces esto, no lo puedo creer, hanni pham!

por su lado, pham ni siquiera se dignó a mirarle a la cara, simplemente no podía.

-haerin, cariño-

-¡”haerin, cariño”mi trasero! -le interrumpió, furiosa-. ¡no te atrevas a decirme haerin, luego de esto! -totalmente indignada, se sentía traicionada-. ¡sabes lo que hiciste, no lo niegues, pham!

-sí, pero-

-¡no! -volvió a interrumpirle-. te creí mejor, hanni -le decía enojada y con rabia-. ¡un coma cuatro! me quedaba una carta. ¡una!

hanni rodó sus ojos, a veces su novia le hacía competencia en dramas.

-ya, suficiente, ven aquí.

hanni se levantó y dejó las cartas de lado, kang no quería que la tocara luego de aquello, estaba totalmente decepcionada de su novia y no quería siquiera que la tocara, estaba sensible luego de esa jugada que estaba a punto de ganar.

trataba de soltarse de su agarre, pero poco a poco comenzaba a endulzarse con ella y pues, era difícil no hacerlo con el tacto de hanni, sabía cómo abrazarla con cariño y poco a poco, haerin cedió.

aún dolida comenzó a abrazar a hanni, pues, ¿cómo no hacerlo? seguía siendo un simple juego.

-no te enojes, bebé -le decía dulce, hanni era tan buena en eso-. pero no podía dejar que me ganaras.

un débil golpe fue proporcionado en el pecho de la mayor, dándole como resultado, una risa de parte de la más baja. su novia a veces era bastante infantil.

-son bromas, amor, no te enojes -entre pequeñas risas, y el abrazo, habló.

haerin mantenía un lindo pucherito en sus labios, el cual rápidamente hanni besó, dándole piquitos continuos haciendo sonrojar a kang, y con ellos, olvidándo lo del juego.

el “uno” destruía amistades, relaciones, pero hanni no dejaría que eso pasara con ellas.

-te tenía una propuesta, rinnie.

-¿qué? -decía la menor, aún con la cabeza enterrada en su pecho, avergonzada por las antiguas acciones de su novia.

-¡tengamos un hijo!

esas palabras no le cupieron a kang en la cabeza, estuvo a punto de desmayarse por lo que anteriormente acababa de escuchar.

¿un hijo? apenas estaban entrando en la universidad nuevamente y ya hanni quería un bebé.

casi escupe un pulmón por toser debido a tan repentina noticia.

-¡¿qué!? -gritó-. hanni pero ni siquiera, ya sabes, ha pasado.

-espera, espera, ¿qué estás pensando? yo decía tener un perrito.

las ganas de llorar de vergüenza comenzaron a aparecer en haerin, había confundido todo, quería desaparecer ahora.

que la tierra se la tragara comenzaba a ser una excelente opción.

-pensé que hablabas de un bebé humano, específica la próxima, gracias.

hanni rió levemente, se le hizo tierno pensar aquello de parte de la menor, amaba cuando se ponía así de tímida cuando ni siquiera habían podido compartir intimidad mutua.

-no, hablaba de un perrito, pero si quieres-

-¡no, no!- negó rápidamente-. un perrito está bien.

hanni aún reía, pero era por lo hermosa que se veía su niña así, estaba perdidamente enamorada de ella y la amaba casi más que su vida.

por su parte haerin, ya tenía planeado tantas cosas, y por supuesto un perrito formaba parte de ello.

hanni es su todo y viceversa, la amaba completamente.

-hanni -le llamó.

-dime, amor.

-te amo, hanni -la mencionada río levemente mientras se ponía nerviosa poco a poco.

-te amo más, haerin -finalizó para dejar un lento y cálido beso en sus labios, mientras sonreía de por medio.

‍      

fin.

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