ʀᴜʙɪᴀ| 𝘈𝘭𝘢𝘯 𝘚𝘪𝘮𝘰𝘯𝘦

𝟎𝟖

A la mañana siguente se encontraban los chicos sentados en unos tipos de puff azules escuchando la consigna de la prueba semanalque Sabri estaba leyendo

-Prueba de supermercado bicicletas energéticas, esta semana gran hermano les propone un desafío que pondrá a prueba su resistencia física, coordinación y trabajo en equipo. En la galería de la casa encontrarán dos bicicletas, una barra de energía y un velocímetro. En parejas deberán pedalear por 24 horas, manteniendo la barra de energía en positivo, cada vez que la velocidad baje de los 20 kilómetros les contará un error, el tiempo de permanencia por pareja será de mínimo quince minutos y máximo de una hora—Término de leer Sabri—

-Es una banda 24 horas pedaleando—Se quejó la rubia— ¿De madrugada también vamos a tener que pedalear?—Pregunto—

-Y no sé, supongo que si—Le contestó Luchi—

-O sea que no vamos a dormir nada—Dijo Denisse mientras apoyaba su cabeza en el hombro de bauti, la rubia al ver eso junto a Alan les empezaron a hacer caretas y corazones con las manos—

-Y como dicee, hay amor en el aire acércate a mi, apuesta por lo que siento—Empezó a cantar la rubia mientras Alan intentaba hacer el ritmo de la música—

-Ay son unos pesados chicos—Les dijo Denu mordiéndose el labio tratando de ocultar su sonrisa—

-Escuchen—Dijo furia levantadose de su lugar— Yo el domingo me voy, no voy a ayudar en esto, hago quince minutos y me bajo ¿Okey? Y si me siguen jodiendo voy a generar error, pero básicamente yo el domingo me quiero ir a la mierda—Dejó de hablar para ir sentarse de nuevo—

-Que asco que me da boludo ¿Por qué tiene que ser así? no entiendo—Dijo frustrada la rubia mientras se acomodaba sobre el pecho de Alan—

-Déjala Oli, que haga quince minutos y dio, nadie va a hacerla cambiar de opinión—Dijo Alan mientras agarraba la mano de la rubia—

-Hay que dejar que haga lo que quiera, si le llegamos a decir algo se la va a agarrar con nosotros—Opino Bautista—

-Ay chicos que lindos que son—Les dijo Rosina con una sonrisa a Bauti y Denu—

-A mi me encanta estar enamorada, amo el amor y voy a estar enamorada de nuevo—Contaba la morocha mientras saltaba y se arrodillaba en el suelo apoyando sus manos en las piernas de Alan—

La rubia en ese momento estaba puteando en mil idiomas diferentes

-Yo soy re amoroso al nivel de llevarte flores a tu trabajo—Comentó el chino haciendo que la morocha se emocione— ¡Ay mentira! mi amor que tierno—Dijo la morocha mientras agarraba sus manos—

(Yo sé que no fue el chino el que dijo eso pero en esta historia supongamos que si)

-Soy la novia y me trepo las paredes de la casa para matarla—Susurró la rubia para que Alan la escuche—