Capítulo 2

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Después de que Sarada se encontrará con Naruto decidió ir a un campo a entrenar.
Como más entrababa más se adentraba al bosque.

Sarada hacia saltos, lanzamientos de kunais como también de shurikens al igual como práctica los tan conocidos jutsus del clan Uchiha. Se disponía hacer el jutsu tan característico el llamado: Elemento Fuego: Jutsu Gran Bola De Fuego.

Pero por su corta edad sólo consiguió hacer la mínima parte de ese famoso jutsu, ya anteriormente había usado chakra para el manejo de lanzamientos y escalar en árboles lo cual la agotó por completo cayéndose a la firme tierra.

En ese momento miro el cielo y noto que éste tenía estrellas y la sorprendió. “¿Cuánto tiempo he estado aquí?”, pensó en que su madre estaría preocupada y molesta.

—Casi no tengo fuerzas —dijo en un susurro.

Escucho un ruido de una rama quebrarse y se asusto. Poniéndose de pie como pudo intento caminar a otra parte pero esta vez fue ella quien hizo ruido.

“Perfecto”, pensó molesta.

Escuchó un rugido y pudo notar un oso pardo, se asusto, sabía que no podía defenderse y por eso tenía miedo. Sarada decidió lanzar un kunai con el poco chakra que tenía pero éste sólo llego a parar en un árbol poco cercas de ese gran oso. La pelinegra dio una bocanada de aire nerviosa y el gran oso levanto su pata para poder lastimarla.

La niña sólo cerro los ojos y escuchó un gran ruido de algo cayendo.

“¿Mamá?”

Pensó ella, la única persona que conocía que podía hacer eso era su madre con esa fuerza demoledora que tiene.

—Es demasiado tarde para que una niña como tú este sola en este lugar —dijo aquél hombre encapuchado —¿Dónde están tus padres, niña?

Sarada miro a eso hombre encapuchado mirándola fijamente sin quitar esa mirada sería de él. Con el brillo de la luna, Sarada pudo notar que los ojos de ese hombre eran idénticos a los de ella.

Se trataba de aquél hombre que decidió ir por su cuenta conociendo aquél mundo nuevo que su amigo logro llevar a cabo

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Se trataba de aquél hombre que decidió ir por su cuenta conociendo aquél mundo nuevo que su amigo logro llevar a cabo. Aun que él estaba investigando un suceso extraño decidió informarle a su amigo, que ahora es el Hokage de su aldea.

Sasuke al no tener respuesta de esa niña dijo:

—¿Te perdiste?

—Mi madre dice que no hable con extraños —dijo sería sin quitar la mirada de ese hombre.

—Este extraño te salvo la vida, niña. Estaría bien un gracias ¿no te parece? —arqueo una ceja.

—No importa. No estoy pérdida... —miro a todos lados buscando qué camino podía tomar para ir a su casa.

—De acuerdo. Me voy —el Uchiha camino dejando atrás a esa niña pero sintió como jalaban su vestimenta.

—Bu-bueno —habló nerviosa la niña desviando la mirada —Estoy...

—¿Estas?

—Perdida —dijo sonrojada sin quitar su rostro molesto. No le gustaba a Sarada para nada depender de una persona. —¿Me puedes ayudar a salir de aquí?

—No.

—¡¿Qué?! —dijo enojada.

—Soy un extraño, no puedes estar conmigo.

—¡Pero necesito tu ayuda!

—Dame las gracias.

—¿Qué?

—Te salve de que fueras la cena de ese oso. Si una persona te salva la vida debes de agradecerle.

Sarada no muy convencida accedió mas que nada para salir de aquí.

—Gracias... Por salvarme —dijo sonrojada mirando a otra parte.

—Ahora, no te separes de mi ¿de acuerdo? —La niña asintió.

—¿Cuál es tu nombre?

—No es necesario que te lo diga si sólo nos veremos una vez.

Comenzaron una caminata en silencio.

—¡Hija!

—Es mi mamá —dijo emocionada, —gracias, extraño.

Corrió hacia su madre preocupada la cual la abrazo.
Sasuke solo miro aquella escena y sin saberlo sonrió. Cuando esa mujer se iba con su hija en brazos podría jurar a ver visto la insignia de su clan.

“¿Eso es...?”

Pero tal vez lo miro mal por la escasa luz que había y su mente le jugaba.

—Sakura, Sarada sólo esperenme.

Y desapareció.

—Madre, esa persona me ayudó a salir de este campo de entrenamiento —señalo Sarada hacía atrás.

—Debo agradecerle.

Sakura se giro pero no vio a nadie.

Tu nombre sera Sarada [SxS] |Editando|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora