Tal vez lo que el destino quería que to estuvuera sola, pero para mi, necesitaba alguien con quien compartir muchos momentos.
Y ese alguien a veces estaba tan cerca y a veces tan lejos en ser mi acompañante en mis aventuras. Soy un espanta hombres hecho de trapo o qué, sienpre huyen de mi. Menos el, pero se que solo es mi corazon idealizando a otro más.
O eso creía
Estaba en la playa, en compañia de mi misma. Todos fueron a disfrutar su ultimo dia libre antes de las pruebas, con sus dichas parejas. los demas solo decidieorn descanasar y ahorrar energias para mañana.
Despues de escaparne en mis pensamientos, senti unas fuertes manos rodeando mi cintura. El freio de sus anillos erizaron la piel que mi blusa no cubria.
Pronto senti su respiración contra mi cuello y su cabeza recostada en mi hombro.
–Char– el universo si que me escuha–¿Qué haces aquí?–se supone que había ido a descansar.
–Vi que estabas aquí solita, quería hacerte compañía ma belle–aunque lo evitara, siempre provocaba algo en mi ese apodo.
–Solo estaba tomando un poco de aire, he estado un poco cansada.–mencione sin voltearlo a ver, seguía molesta. Auqnue no sé si estaba molesta o...
Celosa obvio
Hace unas horas habíamos salido a desayunar a un restaurante y pues la mesera no se comportó del todo bien. Charles ni siquiera se dió cuenta que le estaba coqueteando.
Hasta que se lo dije. Él solo dijo que no se había dado cuenta.
Además, para empezar, ¿por qué estoy celosa? No somos nada. Soy solo su mejor amiga que lo acompaña a algunas carreras. Solo quiere pasar tiempo con su mejor amiga porque cuando llega a Mónaco, yo "siempre estoy ocupada" según él.
Quiere pasar tiempo contigo, no se puede separar de ti. Es obvio que siente algo por ti.
Las palabras que Kelly me había mencionado hace unos días, se repetían constantemente en mi cabeza.
–Preciosa, no estés celosa ¿si?–¿tan obvios eran mis celos?–Por favor date cuenta que solo tengo ojos para ti, te lo he tratado de decir muchas veces.–
–Charles–creo que estoy empezando a alucinar. Alguien despiérteme porfa.
–No importa cuántas veces quieres que te lo demuestre, pero haría mil cosas para que sepas que yo soy tuyo y tú eres mía. Los dos lo sabemos. Nunca nos lo hemos dicho en palabras, pero sí a través de miradas.–siento que cada palabra que sale de su boca es mi imaginación.–No te preocupes por esa mesera, solo tu eres dueña de mi cabeza y de mi corazón.
Todas esas palabras, cada sonido, cada oración, cada letra me hacía pensar que era uno de esos sueños que tenía cuando me di cuenta de que me gustaba Charles, mi Charlie.
No sabía que contestar. ¿Lo abrazo , me lanzo a esos hermosos labios, le digo lo que siento? ¿Qué hago? Nunca me habían dicho cosas tan bonitas. Él siempre sabe que decir y yo soy alguien que siempre se queda en shock porque pienso que es solo una broma.
– Alaia, por favor di algo.–sus ojos mostraban miedo, pero estaba ese brillo que siempre me volvía loca. Solo puedo sentir que su mirada puede ver mi alma.
Por favor di algo. No te puedes quedar callada.
–Charles, solo por favor dime que no es una broma.–mi voz salió en un susurro.–No quiero que tú también me lastimes.–se que no lo haría. Pero este miedo que lleva semanas en mi interior, hace que sobrepiense más de lo normal.