Capitulo 7: Plenitud

1 0 0
                                    

Desde que salí de Chile y estuve en el curso de dibujo estuve practicando un poco esta habilidad, era constante, estaba mejorando mis errores, pero no podía ver un avance significativo en mi habilidad, lo que más temprano que tarde me hizo dejar de esforzarme y dejarlo, hasta este periodo de tiempo en el que empecé a mejorar en diversos aspectos de mi vida, nunca había logrado una manera de hacer el dibujo como algo constante en mi vida, pero entonces decidí hacer algo desesperado, aumente de manera exponencial el tiempo que dibujaba, empecé a aprender fundamentos básicos y avanzados de la materia, me toco aprender de anatomía, perspectiva, color, sombreado, y practicar todo durante mucho tiempo, y no te voy a mentir, era agotador, bastante, había días donde ya no quería seguir dibujando anatomía, quería parar, pero en esos días respiraba hondo, probaba mis capacidades y eso me ayudaba a motivarme, porque es muy distinto hacer algo sin recibir gratificación constantemente a estar motivado, de vez en cuando en este tiempo de probar capacidades hacia dibujos de cosas que me gustaban, y al ver que después de mucho tiempo y esfuerzo podía plasmar algo bonito, me motivaba un montón, y me dejaba de importar el hecho de que sufriera aprendiendo de esto, cuando me cansaba de este modo en vez de pensar "me rindo, no quiero hacer más nada" pensaba "mierda, estoy cansado, pero si no hago nada nunca voy a avanzar"

Ese principio primero lo aplique en el dibujo, pero después decidí implementarlo en otras áreas que quería retomar o aprender, empecé a hacer ejercicio de un modo parecido, asesorándome con un amigo de mi liceo que tenía más experiencia, el amablemente me dio un modelo de una rutina y ahí pude empezar a trabajar en mi cuerpo, no fue nada fácil, el dolor que sentía era bastante intenso, pero sabía que ese dolor me entregaría a largo plazo una mejora considerable en mí mismo y en mi autoestima, por lo que me dejo de importar sufrir, y seguí esforzándome día tras día, lo mismo hice cuando me decidí por aprender a tocar el cuatro (Es un ukelele pero más grande) y por fin empecé a ver éxito en mis pasiones, desarrollo, mejora, y eso lleno el vacío que sentía dentro de mí, además de esto progresivamente aumentaba el tiempo que me tomaba hacer estas cosas, lo que empujo mis límites y debo decirlo, nada entrega más adrenalina que el esforzarse tanto en algo y ver que dio sus frutos.

Además de esto empecé a obsesionarme por diversos temas, forme el hábito de la lectura y el hábito de la meditación, y todo este conjunto de cosas no actuaron inmediatamente, pero con el tiempo me ayudaron a sentirme seguro de mí mismo, me hicieron ser alguien más culto, interesante y tranquilo, me ayudaron a dejar de preocuparme por el futuro que me esperaba y en lugar de eso agarre al presente con una correa, y lo dome a mi favor para apropiarme de mi futuro, el esforzarme tanto me hizo conseguir un buen trabajo, que complemente invirtiendo mi dinero en otras cosas, a veces ganando y a veces perdiendo, pero el punto era que pude empezar a tener mis cosas, pude ayudar a mi padre con sus dificultades, pude ayudar a mi gente a tener mejoras en su calidad de vida, y empecé a ayudar a mis amigos más cercanos, había algunos que se encontraban en una situación similar a la que pase yo, lo que me acerco más a ellos y ellos mismos pudieron sentirse bien con su versión actual, y todo esto, en su conjunto, formo en mi algo, algo llamado plenitud.

Como dije en el primer capítulo, la versión de mí que veía con miedo su futuro y no aprovechaba su vida, esperaba que cuando llegara este punto sería feliz, no tendría ningún problema o preocupación, y quiero que sepan que estaba totalmente equivocado, y que la plenitud no está en ser feliz todo el tiempo, la plenitud está en saber disfrutar la vida, y cuando se presente un problema, lo que de verdad otorga plenitud es saber afrontarlo y ganarle a ese problema saliendo victorioso de la contienda.

Y así acaba la historia que quería contar, la historia de cómo alguien que odiaba su vida pudo trabajar en sí mismo hasta el punto de amar vivir un día más, y les cuento esto porque sé que cómo yo en esos tiempos, hay gente que está odiando su vida y sintiéndose miserable por no poder cambiarlo, y a esas personas, si solo les va a quedar una cosa de está historia, que sea esta, ustedes no son responsables de todo, vean en que son responsables, trabajen en mejorar eso, mejoren en otros ámbitos, y van a ver cómo empezaran a mejorar en su vida, esto no se trata de ser el mejor de todos los tiempos, el GOAT, esto se trata de ser una versión más feliz de usted cada día, y es cansino, es desalentador, habrán recaídas, habrán momentos tristes, pero pueden superarlos apoyándose en su gente, como yo lo hice.

Camino a mi plenitudDonde viven las historias. Descúbrelo ahora