MIA [FreenBecky G!P]

Cap. 1

BECKY POV

Caminaba pacíficamente por el bosque adentrándome más en el, me acababa de escapar de la casa donde me habían adoptado, no quería estar allí, no pertenecía a ese lugar.

La brisa fresca golpeaba mi cara y mi cabellera castaña rosaban mi cara . Me senté en la gran roca frente al lago con la hermosa cascada siendo iluminada por la cálida luz del sol, de repente toda mi tranquilidad fue interrumpida por un fuerte abrazo.

-Mía- susurran en mi oído y mi piel se tensa completamente, mientras un cuerpo que me llevaba cabeza y media me atrapaba entre sus brazos.

Intenté soltarme del agarre de la desconocida pero se hacia más fuerte

-solo mía, MÍA - volvió a repetir y mi corazón comenzó a bombear con fuerza.

-Déjame, ¡Suéltame!- me liberé de su agarre- me di la vuelta y me impresione con tal belleza, era una joven de una altura de mas o menos 1,80, con cabellos de un castaño algo oscuro con varios reflejos y unos ojos tan cafes con amarillo que daban miedo, su cara tenía una expresión de dolor y sus puños se mantenían cerrados.

-No puedes rechazarme, eres mía. No lo permitiré - Su tono de negación mezclada con su profunda voz inició un revoltijo en lo mas profundo de mí, algo a lo que no tenía respuesta.

-No se quien es no me conoce, ni yo a usted, apártese - mi voz salió suave a como era lo normal en mi, aunque algo temerosa por la desconocida. En eso la joven se acercó a mi.

— No me rechaces, no lo soportaría — un inexplicable  pinchazo dentro de mí, dolió desde lo más profundo, su voz se colaba por mis oídos y era lo más dulce que había escuchado antes.

—Necesito que vengas conmigo, por favor. Quiero que estés conmigo — Suplicó desesperada.

— No quiero —Ella me miró y un destello de tristeza junto a dolor cruzo por su cara — te acabo de conocer, me has reclamado como si de un objeto se tratase, no te conozco y la verdad estoy temerosa de lo que puedas hacerme.

—No dejaré que te alejes de mi. Eres mía y serás mía por siempre — Me tomo del brazo y me paso por su hombro.

-¡Bájame!- exclame, mis ojos se llenaron de lágrimas y no tardaron en salir ¡Estaba siendo secuestrada! — bájame — Salió el primer sollozo mientras más lágrimas descendían de mi rostro.

Largas fueron las horas cuando el camino se hizo largo, horas intentando sacarme de su agarre más era imposible. Mis ojos pesaban, mi cabeza estaba algo revuelta por la posición en la que me encontraba, hasta que me dejé llevar y caí rendida en un profundo sueño.