Gato asustadizo

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Durmiendo en el suelo sin poder respirar,
pétalos morados yacen sobre mí.
Sigo sin tener algo a lo que aspirar
mientras veo mi vida pasar.

Fui atrapado por espinas,
me vieron llorar
e intentaron consolar
acariciando mis frías mejillas.

Mis ojos no pueden ver.
Los problemas no se pueden resolver.
Soy solo un reloj roto
y mi cerebro un terremoto.

Temo desaparecer
y qué la gente no lo note.
Por favor, no quiero un ataque al corazón.
A la ansiedad no quiero conocer.

Pobre alma y a lo que se debió enfrentar.
Pero, aún sigues sin saber amar.
Despedida trágica, a la vez famosa,
de una existencia dolorosa.

Insano Donde viven las historias. Descúbrelo ahora