¿Sabes, Zoro? Te estoy viendo con alguien más, y siento como el corazón se me hace pedazos.
¿Qué es esta sensación tan extraña que estoy sintiendo?, como si tuviera un vacío en el estómago. Tantas aventuras, tantos momentos, tantas peleas, tantas risas, tantas madrugadas, noches, mañanas, días, meses... y yo ni siquiera me pude dar cuenta de la cercanía, de la costumbre y sobre todo el cariño que le tenía a Zoro; y ahora amor.
Al verlo con alguien más... hizo darme cuenta de que inconscientemente me estaba enamorando de él, y me duele saber que otro hombre lo esté tocando. Aunque nuestra relación no era la más sana, reflexionando, siempre hubo esa tensión, con cada discusión, al final, estábamos el uno al otro, supongo que así era nuestra manera de demostrarnos que estábamos el uno al otro.
Me siento fatal por haberlo tratado tan mal, pero de todas formas no creo que vaya y se acueste con cualquier hombre que vea, él es tan reservado, es obvio que conoce aquel hombre con el que se besa.
Volviendo al presente, perdí a Zoro de vista, ya no está al frente de aquella tienda. Así que agarro mis bolsas de compra directo al hotel más cercano para hospedarme. En todo el lugar se oye la bulla del concierto de Uta, hubiese querido quedarme, pero realmente la cabeza no la tengo ahorita para disfrutar bien ese concierto.
—Sí, buenas noches. Podría darme una habitación— le digo a la recepcionista del hotel, tengo tantas cosas en la cabeza que ya no sé qué hacer.
—Su nombre, por favor— no me había fijado que la chica estaba nerviosa.
—Sanji Vinsmoke, oye, ¿te encuentras bien?
—Tome su llave, su habitación es la 125 del piso 5— la chica había puesto roja, con la voz temblorosa me dijo— hace un momento llegó un chico como de tu edad, y me trató mal, pensé que también lo harías porque traían la misma expresión de que no habían tenido un buen día.
—¿En serio?, ¿Cómo era?, ¿Tenía el cabello verde?
—Si, señor Vinsmoke. ¿Lo conoce?
—Sí, ese marimo estúpido, no lo perdonaré por haberle faltado el respeto a una dama— Ahora sí que me hizo enfurecer, él no es así de grosero con las personas sin ningún motivo, y si está así por lo que pasó conmigo esta mañana, ya va a ver.
—Ay, señor. No diga que le conté, me da mucho miedo. No me meta en problemas, por favor—La chica se había puesto a llorar y no tuve más remedio que tranquilizarla diciendo que no diría nada, le di uno de mis chocolates y me dirigí a mi habitación. No sin antes preguntarle la habitación del marimo que con gusto me la dio.
Por suerte la habitación del marimo estaba cerca del mío. No fui a decirle nada, me adentré a la habitación para dejar las bolsas de compra, ya que iría al bar del hotel. Saliendo de la misma, me percato que Zoro estaba en el ascensor, y ahí intercambiamos miradas hasta que esta se cierra para bajar.
Rápidamente bajo por las escaleras, llego a la recepción pero no lo veo, qué estúpido soy.
—Se fue al bar— dijo la chica de antes.
Más tranquilo camino hacia allá donde realmente no hay mucha gente, voy hacia la barra donde puedo ver al marimo apartado en una mesa en la esquina.
—Una cuba libre, por favor— esta vez él está solo, o quizás esté esperando a ese hombre.
—Aquí tiene—
Lo único que puedo hacer es observarlo, hago lo mejor para que no sepa que lo estoy viendo, o que incluso, yo estoy aquí. De todas formas venía para acá si no me lo conseguía...
—¿Qué haces mirando al marimo, Sanji— doy un pequeño brinco del susto, esa voz... no esperé encontrarme a mi ex aquí.
—Hola, Pudding. ¿Qué te trae por acá?—Digo un tanto nervioso.
—Bueno quería comprar unos ingredientes que acá son muy buenos, y me alojé acá—dice dejándome un beso en el cachete.
—Ah, está bien. Yo compré algunos.
—¿Y entonces, qué pasá con Zoro? Se está dirigiendo hacia la salida.
—Está un poco extraño, es eso. No te preocupes. Fue un gusto verte, Pudding—Digo por último corriendo hacia la salida.
—Deja de perseguirme, cejas enroscadas—Paro de golpe, Zoro se encontraba detrás de mí. Qué tonto, no me había dado cuenta—¿No me dejaste en claro todo pues?, ¿que más necesitas?
—Zoro, yo...—No me salían las palabras, me siento un idiota, ¿por qué simplemente no podía pedirle perdón?
—No te entiendo, y tampoco quiero hacerlo. Solo déjame en paz—No sé por qué estoy tan sensible pero esas palabras me dolieron, sabía que nos tratabamos así, pero por una vez quería ser vulnerable con él y simplemente le dio igual. Zoro se fue de ahí y yo simplemente me le quedé viendo hasta que desapareció.
Soy un idiota, él siempre será así.
—San, ¿estás bien?
—Pudding, sigues aquí.
—Vi como discutían.
—No discutíamos—Se me desbordaron las lágrimas, no podía evitarlas y Pudding me abraza para consolarme—Gracias.
—Subamos. Necesitas descansar.
—Sí.
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Más Que Compañeros
FanficEsta es la historia de Zoro un espadachín que su sueño es ser el mejor espadachín del mundo y Sanji que su sueño es conocer el Azul infinito. Nunca pensaron tener sentimientos el uno por el otro, mientras se van de aventuras y a perseguir su sueños...