Historias largas o pequeñas que relatan situaciones ficticias con famosas.
G!P: En inglés significa 'girl with pennis' y su traducción es 'chica con pene'.
La aparición de Billie tardará en llegar, así que no se desesperen.
Tema sensible: violencia intrafamiliar.
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-Lo único que sabes hacer es llorar.- La voz de una mujer se hizo escuchar en la habitación decorada infantilmente.
-Lo siento mami.- Tartamudeando, la niña de tres años limpió el resto de sus lágrimas, aquellas que fueron derramadas por el duro agarre y los gritos de la mujer.
-Deja de arruinar mi vida y ve a otro lado.- Con un último empuje, la niña cayó de cara contra el duro suelo de su habitación. Sin opción y con la última fuerza de sus pequeños brazos, se puso de pie y salió del lugar.
Era temporada de invierno por lo que se encontraba con un abrigo, gorro y guantes con estampado de dinosaurios. Sus pequeños pies se encontraban cubiertos por botas que dejaban marcas en la nieve a cada paso que daba.
Se detuvo abruptamente al no ver el patio de su casa, se había alejado al correr detrás de un perro sin darse cuenta que por cada paso se alejaba más de su cálido hogar.
Sin saber que hacer más que llorar, entrelazo sus dedos siguiendo el camino. Sus ojos no podían captar nada por la neblina que opacaba los caminos, no fue hasta que los faros de un carro hicieron presencia.
La mujer en el vehículo iba viendo su celular, aún fuera del trabajo no podían dejar de molestarla. Por unos segundo guió la vista hacia la calle para darse cuenta del pequeño cuerpo que estaba muy cerca de su carro, sin pensarlo frenó hasta que su pie topó con el tapete.
La mayor pudo respirar cuando el carro frenó en su totalidad, derrapo un poco pero eso no era lo importante, sino la pequeña niña que miraba fijamente el carro sin ser consciente del destino que pudo tener.
-¡Mamá!- La voz infantil hizo reaccionar a la mujer, quien se deshizo del cinturón para abrir la puerta e ir donde la pequeña.
-¡Amelia! ¿Estás bien? ¿Qué haces sola?- El corazón de la madre latía con rapidez sin ser capaz de procesar todo lo que había pasado, casi mata a su hija por estar distraída.
-Mami me regaño.- Fue suficiente para que la mayor entendiera, iba a hablar seriamente con su esposa.
-Ven pequeña, debemos ir a casa para que puedas dormir.- Mientras hablaba, aseguro a su hija en la silla que siempre iba en su carro.
-¿Y puedo soñar con los saurios?- Sus mejillas se levantaron ante la sonrisa de la pequeña y los hoyuelos hicieron acto de presencia, transmitiendo gran ternura a la mayor.
-Dinosaurios y si, puedes soñar lo que tu quieras pequeña.- Y con un beso en su frente, Amelia se acomodo en su sillita.
Minutos después Amelia ya se encontraba en su cama siendo arropada por la mujer de ojos verdes.
