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Adv:  alteración de edades, omegaverse, ambiente escolar, amor adulto con pizcas adolescentes.

Llegó a casa con el corazón en la boca, tirando su bolso de mano al sillón para luego deshacerse de su saco. Pasó su mano por su frente, susurrando un “¿Qué mierda acaba de suceder?”  Que al parecer se escapó de su mente.

Era claro que debía darle una respuesta a Hyunjin cuanto antes, sino este problema se volvería más grande, el alfa más impaciente y él mismo caería en la locura. Tenía muy presente que su omega estaba flechado por el empalagoso alfa, y que si lo rechazaba de una, no solo deprimiría a su omega, sino que también podría afectarle al alfa manor.

Él no quería lastimarlo, claro que no.

Viéndolo desde el lado más visual, Hyunjin era menor que él, amable, dulce, cariñoso, social, carismático e increíblemente bello, era todo lo que alguien quisiera.

Pero, ¿Qué sentía Seungmin realmente?

Ha tenido malas experiencias, ha sufrido por amor y no quiere volver a hacerlo, mucho menos sabiendo que no es completamente seguro que ellos sean destinados, nada le asegura que todo saldrá bien si le da una oportunidad.
Pero Jeongin lo dijo, es más que obvio que por lo menos un poco atraído estaba por el alfa. Y claro, ¿Quién no lo estaría? Su personalidad es atrapante, y como jugaba con el hasta ponerlo de los nervios hacia que todo el sistema de Seungmin se reiniciara. No debería dejarse llevar por experiencias del pasado. Pero el miedo seguía ahí.

¿Qué tenía Seungmin para ofrecerle a Hwang? Según él, nada. Era aburrido, recto, rutinario, carece de habilidades sociales y también de interés por conocer gente nueva. Eran todo lo contrario.

¡Ni siquiera sabe que siente por Hyunjin, carajo!

¿No estaría mal aceptar a alguien por el que no sabes si sientes lo mismo?

No podía pedirle un consejo a Jeongin nuevamente, si le preguntaba a él desde su experiencia diría “No quiero contar nada sobre mi relación, debes crear tus propias experiencias, Seung”. Ignoramos el hecho de que tiene razón.

La única persona con la que tenía una confianza cercana a la que tiene con Innie, es Felix. Sorpresivo, ¿No?
Se conocieron en la secundaria, o más bien en una fiesta de la secundaria, y si bien no eran mejores amigos, se habían prometido estar el uno para el otro siempre. Por ello cuando Yongbok buscó trabajo en su colegio, dió muy buenas experiencias con él y su forma de enseñar.  Y luego del insidente en la práctica de teatro de los leves "celos" que tuvo con el pobre pecoso, se hizo un poco más cercano. Y reconoció al fin a su pareja, Changbin, a quien había conocido hace un tiempo, pero no lo recordaba.

Tomó su celular, decidido a terminar con sus dudas. Marcó el número de su hyung y esperó — ¿Hyung? Hola. — por suerte había atendido rápido — Necesito pedirle un consejo, si aún no sigue en el colegio me gustaría que nos veamos en la cafetería cerca del lago. — El rubio no se negó, casi enternecido por el favor que le estaba pidiendo el chico. — Realmente le agradezco esto, Lix hyung...

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—¡Lo sabía, lo sabía! Yo no estaba loco, ¡Chang me debe veinte! — dijo el ahora pelinegro emocionado. — He sospechado de ustedes dos desde el primer día que se vieron en el aula.

—¿Eh?

—Sí, los únicos que no lo veían al parecer eran ustedes. — revolvía su café con una sonrisa en sus labios — Se complementan, Minnie. Creo que estando juntos, podrían aprender mutuamente del otro.

¡𝗘𝘀𝗽𝗲𝗿𝗲, 𝗽𝗿𝗼𝗳𝗲𝘀𝗼𝗿 𝗞𝗶𝗺! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora