Cap 2

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Aquí el capitulo 2, espero lo disfruten :3

Hinamori se quedó en silencio observando aquellos ojos fríos con esa sonrisa siniestra, ¿abrir la puerta y ver a su señor? Si lo pensó antes; pero sabía que su cuerpo no respondería, había peligro dentro de ese cuarto.

-Si no puedes hacer eso entonces suéltame -finalizó, notando que la mente de Hinamori estaba en otro lado, además su cuerpo estaba temblando; ya sabía la respuesta. Se inclinó para quitar el brazo de Hinamori, pero sintió que en cambio le agarró el brazo, estando sus ojos a unos pocos centímetros de ella.

-¡L-Lo haré! -respondió con la voz ronca y sin soltar su mirada de ella, sus ojos marrones y llorosos contra unos grises opacos y vacíos. Se mantuvo así hasta que Orihime ensanchó más su sonrisa, lo cual asustó a la sirvienta.

-Muy bien, espero cumplas. Ahora puedes soltarme, ¿no?

Hinamori sin una palabra más la soltó y se puso de pie.

Caminaron por un tiempo más hasta llegar a aquel pasillo, Hinamori podía sentir el ambiente oscuro, pesado y asfixiante, y ahora lo sentía el doble al saber lo que haría. Miró por el rabillo del ojo al exorcista que iba detrás, ni siquiera se inmutaba; realmente era sorprendente como ella podía con esto. Llegaron a la puerta con sellos y la campana en la parte superior, notando además la bandeja de la cena con la comida intacta. Giró para ver a Orihime, quien solo esperaba, tragó un poco de saliva y tocó primero la campana.

-¿M-Mi señor? S-Soy yo, Hinamori...V-Voy a pasar, ¿de acuerdo?

Orihime observaba aquella puerta sellada; habían algunos sellos desgastados, esos sellos eran efectivos si se trata de mantener encerrado a los demonios, y si él los toca soltarán fuertes descargas eléctricas, ahora entendía como no se escapó. Miró ahora a Hinamori: sus manos estaban temblando al igual que una gallina, debía reconocer que tiene agallas y llegó lejos. Todo depende de lo que vendrá a continuación.

Hinamori aún con el miedo mostrado en su cuerpo de un jalón abrió la puerta; sin embargo, antes de apreciar que pasaba adentro; escuchó un siniestro FUERA, junto a un humo negro que rápidamente salió del lugar. Hinamori cayó, comenzando a retorcerse en el piso al inhalar ese humo, era sofocante.

-Hmm, entonces esa es la situación -dijo tranquila mientras buscaba con la mirada a Cifer entre todo ese humo, pero no lo encontraba; en cambió notó que dentro del cuarto también había sellos, la mayoría desgastados. Ya pensará en algo; pero primero auxiliará a la chica.

...

Al abrir los ojos lo primero que hizo Hinamori fue observar a su alrededor aún aturdida, estaba acostada en su cama, lo último que recuerda fue ir donde su señor, ¿después que pasó?

-¡N-No puede ser! -alarmada intentó levantarse para buscar a ese exorcista, pero sentía pesadez en su cuerpo haciendo que sea difícil moverse.

-¡Hinamori, espera, necesitas descansar! -dijo una de las sirvientas a su lado, evitando que se levante más.

-¿Qué pasó con mi señor? ¿Dónde esta ella? -estaba comenzando a desesperarse.

- N-No lo sé, la exorcista me mando a que te cuide y me quedé contigo hasta que despiertes.

-¿¡Cuánto tiempo!? ¿¡Cuánto dormí!?

– P-Pues...

-Ya era hora que despiertes- Hinamori reconoció la voz y rápidamente giró a su dirección para ver a la exorcista en la puerta, le sorprendió su apariencia: tenía algunos raspones en la cara y la ropa. – Iba a ser un problema para mí si de verdad te morías.

Exorcista de DemoniosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora