La rosa que florecía un 16 de diciembre

¿Por qué?

Me gusta.
Soy como un koala.

Pero para que describir esto...

Era yo la que todos veían por qué si mi presencia no significaba nada, mi ausencia repercute tanto.

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Me enamoré el año pasado, un 25 de octubre inicié esa relación. Una experiencia enloquecedora.
Angel me enamoré de él, sin quererlo o no ahí estaban esos sentimientos.

Platicamos siempre de trivialidades, eran las risas las que nunca faltaban.
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Llegamos a ir en una ocasión a las escaleras del Calvario que casualmente tenían una de las vistas más hermosa de todo el centro.
Recuerdo haberle dado un dulce, como el me pidió un abrazo algo que para mí era muy difícil dárselo, pero se lo dí, en ese tiempo hice un avión de papel que no pretendía volar pero ahí estaba.

- Si vuela hasta esa rama me deberás dos cosas. Aceptas?-

- Vale acepto, pero si no me tendrás que dar otro abrazo.-

El viento favoreció y el avión voló más de lo esperado que fué algo sorprendente, realmente estaba mal hecho. Soy mala con las manualidades.

- Siiii, ahora me debes un café y te encomendare una tarea.-

- Vale una apuesta es una apuesta.-

- Lo que te encargaré es que busques lugares como este donde no haya muchas personas, para que me pueda desenvolver contigo.

Termino el día fue tan grato para mí pues yo no acostumbraba pasar el día con más personas.

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Desde ahí debí suponer y detener que me enamoraría. El simple hecho de darle algo que a los demás no me atrevía fué el detonante para llegar hasta el día de hoy.

Pero díganme como ignorar esos chistes tan malos que él hacía, las acciones humillantes, o el tiempo de tratarme y admirar a mi persona como era que se supone que el me causaría tal daño.
No sé atrevería o si ?