❪ house of the dragon fanfic ❫
❈ LEGACY ೃೀ
Naerys Targaryen, hija menor de el príncipe Aemon Targaryen y Lady Jocelyn Baratheon, hermana de Rhaenys Targaryen.
Cuando la menor de las Targaryen se ve obligada a contraer matrimonio con Ormund Hightower...
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CAPÍTULO TREINTA Y UNO
" distancia"
Naerys levanta la cabeza para poder observar a el maestre. El hombre de avanzada edad se esfuerza por examinar detalladamente su intimidad, para asegurarse de que esté en perfectas condiciones para recibir a el nonato llegado el momento.
—¿Y? ¿Todo está bien? —cuestiona Daemon, que se encuentra con los brazos cruzados, viéndolos, apoyado en un mural.
—De maravilla —responde el maestre poniéndose de pie—. El vástago será igual de sano que la madre.
Daemon mira a Naerys y le sonríe, ella suspira aliviada. Por un momento dudo en que estuviera bien, las expresiones tan serias del maestre no eran alentadoras.
—Puedo hacer mis cálculos —añade el anciano acercándose a el hermano del Rey—. Y si no fallan, tal vez en unos días más tendrá a su sobrino en brazos.
Naerys reprime una carcajada cuando lo oye, sobrino dice. Evidentemente la edad le afectaba el cerebro o se negaba a ver la realidad, que era más clara que el agua.
Ella y Daemon comparten miradas cómplices, él aguantando las ganas de reír, con una ácida sonrisa en el rostro.
—Muchas gracias —murmura antes de verlo abandonar la habitación. La peliplata comienza a reír y él se acerca con una amplia sonrisa—. Mi querida sobrina, pronto la tendré en brazos.
—Oh, cállate —le dice entre risas, acariciando su hinchado vientre. Daemon se sienta al pie de la cama y toma su mano—. Tengo miedo.
Daemon frunce el ceño casi al instante, admite que esa confesión lo tomó por sopresa. Naerys era de carácter fuerte y siempre había demostrado ser lo suficientemente valiente cuando se necesitaba, no era algo común.
—¿De qué? —cuestiona confundido, mientras sus dedos acarician el dorso de sus manos.
—No quiero...terminar como Aemma —admite. Cuando baja la cabeza, Daemon se acerca y toma su mentón, obligándola a verlo a los ojos—. La cama de parto es peor de lo que imaginas, tengo terror de lo que pueda pasar.
—Nada va a pasar —asegura el peliplata. El tono serio que utilizó causó más seguridad en Naerys—. Te prometo que pase lo que pase ambas sobrevivirán, pero de ser necesario...sabes que tú eres lo más importante para mí.
Naerys abre los ojos y cuando se da cuenta de lo que quiere decir, niega, retrocediendo levemente.
—No —espeta fríamente—. Si tienes que elegir vas a priorizar al bebé, ¿oíste?.