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¿Cómo empezarías una mañana de un martes cualquiera? Temprano, de manera productiva y en el caso de los hermanos Mercier abriendo su repostería como cada mañana.. Pero no, hoy no fue igual.
A las nueve de la mañana, como todos los días, el olor a masa y el humo proveniente de la cocina salía por la chimenea y entrada del lugar, la puerta entreabierta con un anuncio colgante que decía "abierto" daba la bienvenida a un nuevo día, el cual fue interrumpido con un extravagante número musical a la lejanía (Que digas lo que digas, no todos los días ves algo parecido).
Una costumbre que tenían los hermanos Mercier (O por lo menos que estableció Marion) fue todos los días, hacer un pastel regular para después cortarlo en pequeñas rebanadas y darlas como muestra a quien pasara, pues probar una delicia no tenía un costo. Marion fue a la cocina hacia su hermano que, todos los días era el encargado de las mezclas y hornear los bizcochos.
━ ¿Ya están? ━Preguntó al entrar mientras se colocaba el delantal
━ Ya casi, prueba ━Julius extendió su brazo con un cucharón que tenía una mezcla, y lo dirigió a los labios de su hermana, la cual degustó.
━ Mm, es naranja y.. ¿Calabaza? ━
━ Bingo, es la nueva masa, pensaba en una crema no tan dulce, no quiero que quede empalagoso ━
━ De acuerdo, ¡Oh ya salió ese! ━Señaló el horno con un panqué que recién esponjó.
El joven sacó con la pala de madera el pan, lo retiró del molde y vualá, como siempre aquello olía delicioso. Ahora Marion era la encargada del relleno y decorar, en sí: darle un poco de magia.
Al terminar, parecía a un pastel de una fina tienda, lo cual ambos hermanos deseaban para el futuro de su repostería, convertirse en aquella tienda a la que todos podrían recurrir como primera opción.
Llegó el momento de partir el pastel en rebanadas, servirlo en papel pergamino recortado a la medida y acomodarlos uno por uno en una bandeja, no era labor tan difícil puesto que ya era costumbre, por ahora todo transcurre de manera normal... No fue hasta que dejó la bandeja sobre la mesa que tenían afuera del local, que escuchó una voz cantando o tarareando tal vez de un muchacho, la voz fue acercándose poco a poco al igual que unas botas que resonaban en la acera.
Una figura extravagante tomaba forma de quién parecía ser el dueño de aquella voz cantora, Marion prestó atención y supo que él tarareaba sobre sus monedas que cada vez más se recortaban de su presupuesto, del cual perdió tres para pagar su multa por soñar despierto en Las Galerías Gourmet. El local de repostería Mercier's se encontraba justo en esa avenida, donde los mejores chocolateros se establecían, era de gran ayuda estar ahí puesto que obtenían buenas ganancias y uno que otro cliente.
La mente de la chica se despejó al verlo llegar y detenerse en su tienda, era hora de trabajar━ Buenos días ¿Gusta una prueba? ━Extendió la charola.
━ Oh, muchas gracias ━Dijo algo extrañado ya que fue la primera persona que le dio un poco de amabilidad, para esto él tomó con cuidado la rebanada de pastel━ Lo siento no tengo monedas ya para pagarle.. ━
━ Es cortesía no se preocupe ━Respondió
Se quedó callado unos segundos y después le alagó━ Es el mejor pastel. ━
Por otro lado, Julius observó desde el interior de la tienda como hablaban su hermana y un desconocido ¿Fue algo raro? Claro, su hermana era más dulce a comparación de él pero a pesar de ello, no era para tanto, no era tanto como para hablar con un desconocido o mucho menos un cliente o comprador. Ahora Marion, sonrió ante el cumplido que el joven le había dado.
━ Gracias.. Un consejo: No debería soñar despierto aquí señor.. ━
━ Oh, Wonka ━Respondió.
━ Wonka.. si es que no quiere problemas. Créame, hace tiempo tuve que pagar una igual, es algo absurdo castigar por solo tener algo de ilusión pero supongo que debe de ser así ━Sonrió de lado.
━ Esperaría que no pero entiendo.. Bueno debo irme, le agradezco por su gentileza y espero verla de nuevo ━
Marion se despidió con la mano y lo vio desvanecerse con la demás gente que pasaba. Fue alguien amable (pensó), pero en el momento una pregunta le vino a la mente:
¿Quién será aquel extraño de sombrero marrón? Tal vez pronto lo descubriría.
