Yoongi recibe una invitación para ser el cantante principal de una fiesta de compromiso al cual se ve obligado a participar por insistencia de su manager, sin esperar que uno de los novios de aquella ceremonia se tratase del eterno amor de su vida y...
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Y ahí estaba, lo vio salir corriendo y Yoongi no contuvo el impulso de ir tras él, siempre siendo el débil cuando se tratase de su adorado Jimin. Se bajo del escenario ignorando el desconcierto de las personas presentes, de los padres de Taemin luciendo más que ofendidos por la reciente humillación pública, del joven Taemin que no se había movido ni un misero centímetro de donde estaba, simplemente observando por donde había partido su posiblemente ahora ex prometido, de los padres de Jimin tomando rápidamente el micrófono informando a los invitados a que pasasen a la mesa de los aperitivos para intentar desviar la atención del reciente acontecimiento.
Yoongi se dirigía lo más rápido posible por donde su pequeño de ojos luna se había dado a la fuga, no iba a perderlo, no otra vez, lastima que sus planes se vean perturbados cuando Hoseok lo intercepto intentando calmarlo.
—Hermano... perdóname... yo.. te juro que...— decía de forma agitada y nerviosa.
—¿Que? ¿no sabías?— respondió con una mueca irónica— claro que lo sabias ¡¿Por qué no me lo dijiste?! ¡¿ah?!— exclamo alterado
—No, Yoongi te juro que no es así... Jin hyung... el me...—
—Ahora no estoy para tus ridículas explicaciones, haste a un lado Hoseok— dice pasando por su lado, golpeando bruscamente su hombro, a lo cual Hoseok lo agarra fuertemente del brazo evitando que este se marche— ¡Carajo suéltame!— exclama alterado sacudiendo su brazo fuertemente para safarse de aquel agarre.
—Yoon, necesitas calmarte, no hagas nada estúpido— intenta razonar Hoseok tomando nuevamente su brazo.
—¿Nada estúpido?... ¡Nada estúpido!— exclama sacudiendo su brazo violentamente para safarse de aquel agarre nuevamente— lo más estúpido que he hecho en mi vida fue perderlo, no cometeré ese error dos veces, no cuando volví a verlo luego de 5 años.
—Yoon... solo escúchame, no quiero que salgas lastimado... ¡Yoongi escúchame!— exclama al viento, mirando como el pálido chico corría atrás de su amado chico, mientras Hoseok suspiraba exasperado— ¡maldita sea!— grito mientras pateaba una gran pila de cajones que tenía en frente para poder liberar su frustración.
———
Jimin corría tan rápido como sus piernas le permitían, escuchando a sus amigos llamarlo de forma desesperada, no quería ver a nadie, no quería hablar con nadie. Estaba ahí, lo había visto, ¡joder que estaba ahí! de todas las personas existentes en todo el mundo ¡tenía que ser Min Yoongi!, no podía creerlo, luego de tantos años llorando, clamando por el, pidiendo al destino que vuelvan a encontrarse aunque sea una vez más, convivió el resto de su vida con la sensación de perdida. A quien quería engañar, nunca pudo superarlo, creía que si, estuvo tan convencido al respecto, creía que se sentía preparado para dar el siguiente paso con el que creía sería un buen compañero de vida, porque había perdido al amor de su vida y no existe aquello como otro amor de tu vida, porque el nunca sentiría por otra persona lo que Yoongi lo hizo sentir.
Buscando perderse de todos y estar tranquilo, fue a al gran laberinto que poseía aquel hotel en el jardín, uno de las cosas más llamativas que este tenía, sabiéndose el camino de memoria para llegar al centro de ello, donde se encontraba una gran fuente de agua con bancos al rededor, un lugar perfecto para encontrarse consigo mismo y reflexionar sobre los acontecimientos recientes.
Sus sentimientos que creía superados pero dándose cuenta que solo estaban ocultos, bastando simplemente con verlo a él para que aquella caja de pandora fuese abierta.
Llorando desconsoladamente, tomo sus piernas y las junto a su pecho ocultando su rostro, solo quería desaparecer, la vida parecía estarle haciendo una mala broma con todo lo que había sucedido. ¿Por qué ahora? ¿Por qué cuando creía que sería feliz? ¿Por qué no fue en aquel recital donde se presento por primera vez en Broadway en un especial navideño? ¿Por qué no fue en aquella obra de teatro benéfica que organizaron sus padres cuando el volvió a Corea luego de estar 3 años fuera? ¿Por qué no cuando lloraba a gritos para que se encontraran otra vez? ¿Por qué ahora que había decidido dar vuelta la pagina, darse por vencido, resignarse y seguir? ¿Por qué?.
Estuvo ahí llorando hasta que escucho unos pasos acercarse y posicionarse atrás suyo, creyendo que finalmente Taehyung o Jin lograron encontrarlo simplemente los ignoro y no giro a verlos, siguiendo ensimismado un poco más.
—Luna mía ¿te haz olvidado que me destrozas el alma cuando lloras?— escucho aquella voz ronca que ni en un millón de años sería capaz de olvidar, volteándose rápidamente de su lugar para poder verlo, luego de 5 años, luego de tantas lagrimas, luego de tantas suplicas, lo tenía, estaba ahí, frente suyo, con lagrimas rodando por sus pálidas mejillas, apretando fuertemente su mandíbula para reprimir sollozos que luchaban por salir de sus hermosos labios, no era un sueño como aquellos que tantos tuvo en algún pasado, lo tenía consigo, después de tanto tiempo, lo tenía frente a él.
—Oh... Yoonie...— exclama sollozando mientras se lanza a sus brazos, ocultando su rostro en su cuello, aspirando aquel aroma que a pesar de años olía de la misma forma, se vio transportado hace más de 5 años atrás, cuando lo abrazaba tan fuerte para evitar que se vaya, cuando se negaba a soltarle, cuando se negaba a perderlo. Sintiendo aquellos brazos fuertes rodeando su estrecha cintura, juntando fuertemente sus cuerpos, como si Yoongi también se negase a soltarlo y perderlo nuevamente.
—Estoy aquí Minie... estoy aquí...— dice suavemente en su oído mientras le deja un suave beso en su cabello, mientras lo abrazaba y aspiraba aquel aroma a fresas y vainilla dulce que el menor siempre cargaba consigo.
—Yoonie... tu sabes qué...— exclama Jimin removiéndose suavemente para levantar su mirada y encontrarse con la del mayor.
—Shh... si Jimin— menciona el pálido devolviendole la mirada mientras lleva una de sus manos en las mejillas del menor para limpiar aquellas lagrimas que seguían saliendo de sus hermosos ojos, mientras que con su otro brazo seguía sosteniéndolo de su cintura, negado a soltarlo— Lo sé cariño... lo sé— dice Yoongi cerrando sus ojos y juntando su frente con la de su menor como hace más de 5 años, como si nada hubiese cambiado entre ellos dos...
