2. Reunión de Hakaishins

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Beerus y Wiss estaban en gran templo de Zeno-Sama, el Hakaishin del universo 7 estaba de mal humor hoy y Wiss desconoció la causa. Cuando entraron al gran templo del rey del todo, las miradas de odio de los demás Hakaishins estuvieron presentes en un abrir y cerrar de ojos: Beerus no le importaba eso.

El gran sacerdote Daishinkan apareció, estaba bastante serio de lo inusual y eso daba malos presagios para las 12 deidades destructoras.

-Es un gusto tener a todos aquí presentes hoy.- Dijo el sacerdote sin cambiar su expresión.

Todas las deidades dieron una reverencia al tener la presencia de Zeno-Sama, que estaba igual de serio como Daishinkan.

-El que se pregunte por qué todos están aquí hoy, es debido al universo 7.

Las miradas de enojo fueron presentes al escuchar eso.

-¿Y ahora que hizo este?- Se preguntó Champa enojado.

Daishinkan se aclaró la garganta -Lord Beerus, ¿Nos puede decir sobre ellos?

Un escalofrío recorrió a Beerus, miró nervioso a Zeno-Sama y a Daishinkan. Wiss se percató de su nerviosismo y supo de inmediato que algo andaba mal.

-No... no se de qué están hablando...- Respondió Beerus, completamente nervioso.

-¿Seguro? No nos mientas, Beerus.- Dijo Zeno-Sama mirando fijamente al susodicho.

Todos los Hakaishins querían que el felino respondiera con honestidad al rey, temían por su vida y eso era más que suficiente.

-Si... no estoy escondiendo nada de usted, Zeno-Sama.- Dijo una vez más el Hakaishin del universo 7.

El ser multicolor dudo un poco, pero al ver que sería imposible que Beerus le escondiera algo, especialmente un ser viviente.

-Bien, solo no hagas que los rumores lleguen a mis oídos.- Dijo Zeno-Sama con su sonrisa típica.

-S-Si Zeno-Sama...- Acepto Beerus nervioso y temeroso a las palabras del rey multicolor.

Todos salieron del templo, los 11 Hakaishins fueron directamente hacia el Hakaishin del universo 7.

-Detente ahí, Beerus.- Dijo Vermouth seriamente.

-¿Qué quieren?- Preguntó Beerus seriamente.

-Queremos saber que es lo que nos ocultas.- Respondió Liquir.

-¿Qué...?

-¿Qué nos estás ocultando?- Preguntó Champa.

-¡Nada!

-En la manera que lo estás diciendo nos dice mucho...- Musitó Jerez.

Las miradas de sospecha de los Hakaishins hicieron que Beerus le exigiera a Wiss en irse de ahí, el ángel tuvo que obedecer y se fueron al universo 7. Al llegar al segundo hogar de Beerus, este le exigió al ángel que se fuera. Wiss jamás entendió su repentino cambio de vida y eso le preocupaba demasiado.

-¿Lord Beerus, realmente se siente bien?- Preguntó su asistente.

-Si, estoy bien, solo vete de aquí. Ahora.- Respondió Beerus seriamente.

Wiss no tuvo de otra más que irse, el nudo en su garganta era demasiado para él. La nueva personalidad de Beerus le hacía sentir que algo andaba mal y quería saber cómo.

-¿Seguro?

-¡YA WISS, SOLO VETE!- Grito finalmente el Hakaishin, la mirada sería de él lo decía todo.

A regañadientes se fue del planeta. Dejando completamente solo a Beerus.

-¿Papá?- Theoris hut abrió la puerta -¿Qué pasó?

-Nada Theoris, solo vallamos a dentro.- Beerus suspiro cansado.

Padre e hija entraron a la casa, Kerl estaba sentado en un sillón, miraba la televisión mientras que bebía un jugo de naranja.

-Hola Kerl, ¿Cómo estás?- Preguntó Beerus al muchacho.

-Hola tío, bien.- Respondió Kerl con su típica sonrisa.

Beerus fue hasta la cocina, saco del refrigerador unas uvas y empezó a comérselas.

-Papá solo come uvas cuando está estresado...- Murmuró Theoris a Kerl, quien asintió levemente la cabeza.

-Si, algo debió haber pasado.

-Puedo escucharlos desde aquí.- Dijo Beerus desde la cocina.

-Eh... ¿Tío Beerus, pasó algo?- Preguntó Kerl, dudoso por la actitud estresada del susodicho.

Beerus estuvo callado por unos momentos -No se preocupen, no me pasa nada.- Respondió Beerus sin mucha emoción.

-¿Seguro, papá?- Preguntó Theoris hut a su padre.

-Si, si, no se preocupen.- Repitió Beerus.

Ambos jóvenes decidieron no hacer más preguntas, sabían que Beerus no respondería más.

-¿Papá podemos ir al patio?- Preguntó Theoris a su padre, quien les sonrió levemente -Claro, vallan.- Respondió Beerus a su hija.

Ambos jóvenes fueron al patio, diferentes plantas estaban plantadas en macetas de diferentes tamaños y colores. El dúo de amigos empezaron a jugar con la pelota que les había relajado Beerus.

Los demás hakaishins estaban discutiendo por la extraña actitud tomada por Beerus, sabían que algo iba mal.

-¿Wiss sabra algo?- Preguntó Rumsshi.

-No lo creo, él se mostró dudando de la veracidad de Beerus.- Respondió Quitela.

-¿Y ahora que vamos a hacer?- Cuestionó Iwen.

-Iremos a su universo por supuesto.- Respondió Arak.

Todos los hakaishins aceptaron, les dijeron a sus respectivos ángeles para que los teletransportarse al universo 7. Todos los ángeles estaban confundidos por las órdenes de sus Hakaishins, sin embargo, no se preguntaron tanto y los teletransportó al universo más odiado por todos los Hakaishins.

Su Ki fue sentido por Beerus, salió rápidamente al patio a mirar a ambos jóvenes.

-¡Kerl! ¡Theoris! ¡Entren a la casa, ahora!- Ordenó Beerus desesperado.

Los jóvenes obedecieron sin dudarlo, Beerus salio de la casa, preparado por cualquier ataque.

Los 11 Hakaishins aparecieron enfrente de él.

-¿¡Qué hacen ellos aquí!?- Beerus, por alguna vez razón, corrió adentro de la casa y al ver a Kerl y a su hija, este se desesperó.

-¡Niños vallan a esconderse!- Kerl y Theoris hut decidieron obedecerlo, sabían que cuando Beerus estaba así significa que algo estaba mal.

Cuando Beerus volvió al patio, sus similares lo miraban seriamente y eso le hacía sentir que Kerl y Theoris estaban en peligro.

-Hola, Beerus.- Saludo Arak seriamente.

-¿Qué hacen... aquí?- Preguntó Beerus nervioso.

-¿Cómo que porque? Queremos saber que es lo que nos esconden.- Dijo Liquir.

Beerus cerró la puerta, Kerl y Theoris estaban escondidos en un closet vacío, escuchaban las voces de los demás hakaishins desde su escondite y eso les daba una mala señal.

-¿Quienes serán?- Preguntó Kerl dudoso de abrir la puerta para mirar.

-No lo sé, pero no deberíamos abrir, ni mucho menos salir de aquí.- Respondió Theoris a su amigo.

El capibara asintió con la cabeza.

-Vamos Beerus, déjanos entrar.- Decia Rumsshi.

-No.

Beerus debía, si o si, proteger a Kerl y a su hija, no quería que nada malo les pase.

Child of Beerus | Vol.1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora