Acabar con la guerra con un acuerdo típico.
Unir a dos familias de la mafia mediante el matrimonio arreglado.
Así fue como la chica Ragnvindr termino entre las manos de aquel hombre.
Termino la guerra entre las dos mafias desatando una con amor y...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Lotte
Termine de acomodarle la corbata a Pantalone y sonreí volteando a verlo, estaba sobre el sofá del clóset así que era fácil darle besos.
- Ya quedó -dije separándome de sus labios-
- Te ayudaré a terminar de arreglarte -dijo ayudándome a bajar para después sentarme frente al tocador-
- Solo ayúdame con el cabello por favor -sonreí viéndolo por el espejo-
- Perfecto
Mientras yo me maquillaba él comenzó a cepillar mi cabello y separarlo como le estaba indicando, no creo que le guste el gel ya que su cara al tocarlo fue bastante graciosa. No era muy fan del maquillaje, con todo el maquillaje que tenía que ponerme para los eventos de ballet tenía más que suficiente pero era la fiesta de boda y nuevo Don de mi hermano así que no podía ir solo con máscara de pestañas.
- ¿Estás segura de ponerte estás cosas?
- Se llaman perlas y muy segura, quedan muy lindas -dije dejándome terminar de peinar por él-
- Está bien -podía ver por el espejo como ponía las perlas en mi cabello, lo hacía con tanta delicadeza que me daba ternura verlo- ¿Más?
- Más, si -asiento con una leve sonrisa- Así está bien, muchas gracias cariño -me levanté y lo abrace dándole leves besos en su pecho-
- Has quedado muy hermosa, lo único que no me gusta es que efectivamente muchos hombres te verán
- No vale la pena pensar en ellos, solo tengo ojos para ti -siento un suave choque de labios contra los míos a lo que de le doy otro beso-
- Me aseguraré de que no mires a nadie más
- Desde que te conocí no he pensado en mirar a otra persona como te miro a ti -dí un leve beso en su barbilla- Vámonos a la fiesta, no quiero llegar tarde -dije separándome y saliendo del clóset-
- Andando entonces -Lone salió agarrando mis tacones y saliendo de la habitación-
Lo seguí metiendo nuestros celulares a mi bolso, al llegar a la puerta me dí cuenta que no podría salir si estaba descalza por lo que me quedé parada viéndolo y esperando mis tacones pero él simplemente fue hasta el auto, los dejo en mi asiento y volvió por mi.
- Son de quince centímetros y desde que los compramos no te los has puesto -dijo mientras me cargaba en sus brazos a lo que simplemente lo abrace por el cuello-
- Debes ser más confiado, no me haré daño por utilizar tacones
- Nunca sabes cuando tú tobillo te puede traicionar
