Acabar con la guerra con un acuerdo típico.
Unir a dos familias de la mafia mediante el matrimonio arreglado.
Así fue como la chica Ragnvindr termino entre las manos de aquel hombre.
Termino la guerra entre las dos mafias desatando una con amor y...
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Pantalone
Escucho a Pierro por la llamada hablando sobre como va el casino, al parecer todo va como lo planeamos así que después de decir algunas palabras, más como órdenes es que termino la llamada.
Lotte se remueve en mi pecho por lo que acaricio su cabeza y alcanzo escuchar algunos murmuros en alemán.
Desde el incidente con los hombres de Varka que ya ha pasado un mes desde eso casi dos exactamente. Mi querida linda esposa no se ha querido separar de mi y cuando tenemos que separarnos más cuando es por que tengo que salir, al volver me revisa por completo asegurándose de que esté bien.
Incluso para sus lecciones de ballet es muy inquieta últimamente, en verdad. Acomodó la manta que cae por sus hombros y volteandome sobre mi silla comienzo a teclear en la computadora.
Durante este mes las cosas han ido bastante tranquilas, algo que es sumamente sospechoso y más en este mundo, es como cuando tienes hijos y de la nada se quedan callados. Simplemente es una mala señal.
Mi pelirrojita vuelve a moverse y murmura un "sigo teniendo sueño" y eso que ha estado dormida por alrededor de casi cuatro horas.
- ¿No quieres ir a comer? -pregunto metiendo mi mano por de debajo de la manta-
- ¿Qué ha preparado Ali? -su voz somnolienta es algo adictivo para mi-
- Me parece que pasta al pesto -en cuanto lo digo su cabeza se levanta dejándome ver sus grandes ojos abiertos con algunos cabellos en su rostro- Parece que si tienes hambre
- Me gusta mucho esa pasta, vamos a comer -trata de bajarse pero mi agarre en su cintura lo refuerzo- ¿Pasa algo?
- Te has olvidado de algo que siempre me das al despertar
Ella ladea su cabeza viéndome y sonríe para después darme un beso, sonrió durante el beso que dura unos segundos.
Lotte
Me siento en mi silla y pronto siento como Pantalone la jala hacía la suya, sonrió levemente comenzando a comer la pasta mientras la mano de mi marido acaricia mi muslo con suavidad, pronto decide que su mano en mi no es suficiente asi que saca la silla para tomarme de la cintura y sentarme en su pierna izquierda.
- ¿Mañana a qué hora tienes qué estar? -pregunta volteando a verme-
- Antes del medio día
- Bien, levántate temprano te quiero llevar a desayunar a un restaurante
