• Narra Kaigaku
~✿~ ~✿~~✿~ ~✿~Pero que dolor de cabeza... ay...
¿Por qué está todo oscuro? ¿Tengo los ojos cerrados? Ay por Dios cuanta luz.
Espera ¿El sol? ¿Estoy bajo el sol? ¡¿En la finca del rayo?!
Pero yo, yo...
• Narra narrador
~✿~ ~✿~~✿~ ~✿~El pelinegro empezó a ver a todos lados confundido y un poco asustado.
En un momento decidió comenzar a respirar lentamente para calmarse. Una vez lo logró se sentó en el piso, haciéndose consciente de dónde estaba exactamente.
Vio los árboles de durazno con el ceño fruncido y se recostó de la gran piedra detrás suyo. Comenzó a reconstruir sus recuerdos poco a poco.
Reconstruyó todo hasta la pelea con Zenitsu, recordó cada pequeño detalle y palabra de esa pelea hasta algo en específico, una expresión del chico rubio. Lo recordaba con lujo detalle pero después de eso todo era negro, algo muy frustrante.
Estuvo mucho rato así, divagando en el como y el porque de que estuviese ahí.
Claramente no era la vida después de la muerte porque ya hubiese sucedido algo, pero tampoco podía ser después de matar a Zenitsu porque estaba bajo el sol y como demonio ya hubiese muerto.
Solo quedaba una posibilidad, haber vuelto al pasado. El solo pensarlo le hacía creer que se estaba volviendo loco.
Pero dado que no había más opciones decidió levantarse para ir al río junto a la cascada de la finca, para ver su reflejo.
Lamentablemente ver su reflejo solo logro generarle más conflictos. Efectivamente estaba en el pasado y por su apariencia escatimaba que apenas y rozaba los 15.
TT’ paso de tener 27 años a 15 en un segundo y ni sabe porque.
Uhs que suerte, pensaba. Al menos tenía uniforme, eso quería decir que al menos ya había pasado la selección final.
Empezó a examinarse en el reflejo, tenía su haori, entonces Zenitsu ya estaba en la finca " por el amor de Dios ¿voy a tener que aguantar al insufrible de nuevo? " Pensó con rabia.
Se levantó con calma y se llevó las manos al cabello aún tratando de entender todo.
Kaigaku —. Mierda —.
Expreso en voz alta sus pensamientos por primera vez en todo ese tiempo.
Iba a comenzar a maldecir a lo loco cuando apareció un nuevo motivo de estrés.
Zenitsu —. ¡Kaigaku! ¡El abuelo nos llama para comer! —.
Volteo a ver, confirmando que era quien menos quería ver. En un formato más pequeño infantil y pelinegro, estaba su débil rival de pacotilla.
Kaigaku —. No me fastidies, tierra —.
Al niño se le llenaron los ojos de lágrimas y oh Dios no lo iba a aguantar de nuevo.
Tomo un durazno cercano y se lo metió en toda la boca al menor.
Kaigaku —. Una palabra tierra, una sola palabra y te juro que te mato —.
El niño pareció verlo asustado. Kaigaku tenía tendencia a ser malo con él pero nunca había sido tanto así.
El mayor lo había tomado por la parte de atrás de su haori y lo había empezado a arrastrar con un poco más de dificultad de la esperada por el descenso considerable de fuerza.
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¿Familia?
FanfictionEn esta historia Kaigaku vence a Zenitsu en la fortaleza infinita pero siente algo que nunca antes había sentido en el pecho ¿culpa? ¿dolor? ¿tristeza? No lo sabe. Pero en un giro afortunado de los hechos vuelve al pasado, teniendo la oportunidad d...