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Junio 22, 2016

Dos pequeños niños jugaban con un balón de fútbol, pasándosela entre si. Detrás de ellos se encontraban sus padres, los cuales bajaban cajas de un camión de mudanza.

Recién se mudaban a ese lindo vecindario, ellos venían desde Chicago, Illinois. Se mudaron por el nuevo puesto que conseguía el papá Thomas.

Muchos de los vecinos salían de sus casas para observar como otra familia más se unia al vecindario, entre ellas la Familia Walker. La señora Jess Walker al ver como se encontraba el clima -siendo exageradamente 35°- salió rápidamente con una jarra de limonada fresca y unos cuantos vasos con hielo, detrás de ella venían sus dos pequeños hijos con mucha curiosidad; CC y Wyatt.

La señora Walker se acercó a ellos con una amigable sonrisa, empezando una conversación con la señora Thomas y entregándoles el vaso con limonada.

A unos metros de ellas se encontraban los cuatro pequeños, los dos mayores empezaron un debate de quién era el mejor jugador de fútbol puesto CC había visto como jugaban con el balón, mientras los dos menores los observaban sin saber que decir.

La menor de los Thomas empezó a inspeccionar al niño de chinos, portaba un short de mezclilla, una camisa con cuello pero sin mangas largas y unos zapatos blancos, en su cuello colgaba una tarjeta de Pokémon la cual estaba muy bien protegida con plástico. "Se ve muy ñoño, pero eso no le quita lo lindo" era lo que pensaba la castaña.

El niño al sentir como lo observaban, volteó encontrándose con la mirada de la de ojos verdes inspeccionandolo sin alguna vergüenza. Empezando a verla mejor, la niña llevaba un lindo vestido floreado sin mangas, su cabello liso perfectamente recogido en una media coleta con un listón y unos lindos tenis blancos de tiro alto. "Linda" pensó al terminar de inspeccionar.

Ambos se miraron a los ojos durante unos segundos que parecieron eternidades, empezando ambos a sentir como sus mejillas empezaban arder.

En un momento la niña de pelo corto y ojos de color se paró frente a ella, haciendo que aparte la vista del de chinitos.

— Soy CC y desde ahora serás mi mejor amiga —habló extendiendo su mano a la castaña para que la tomara.

— Me llamo Olivia —respondió con una linda sonrisa de boca abierta.

Lejos de ellos ambas mamás veían a los niños interactuar, teniendo unas grandes sonrisas en sus caras.

Muucho más lejos de ellos estaban los dos padres de familia hablando sobre las mejores bandas de la época.

Con tan sólo una interacción, ambas familias se pudieron unir, que con el tiempo se formaría una gran amistad.

¿Sólo amistad?

©sunnyhq

𝐒𝐀𝐘 𝐘𝐄𝐒 𝐓𝐎 𝐇𝐄𝐀𝐕𝐄𝐍 | Wyatt WalkerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora