𝐓𝐡𝐞𝐧 𝐖𝐞 𝐆𝐚𝐯𝐞 𝐋𝐨𝐯𝐞 𝐀 𝐂𝐡𝐚𝐧𝐜𝐞

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Leer bajo su responsabilidad

Sunghoon gimió mientras Heeseung tragaba su polla. Su espalda se curvaba sobre la cama, su mente completamente en blanco y sin nada más que Heeseung. Tiró de donde tenía las manos atadas, detrás de su cabeza y hacia la cama, no pudo evitar luchar un poco. Fue mucho; Habían estado haciéndolo durante horas y para entonces ya se había corrido tres veces. Simplemente no pudo soportarlo más. Estaba temblando, los músculos tensos, la baba corriendo por su barbilla, las lágrimas rodando por sus mejillas; una gran mancha de resbaladizo, semen, saliva y lubricante debajo de él. Pero Heeseung no parecía querer detenerse.

Había sido idea de Sunghoon. Estaban solos en los dormitorios, sin riesgo de ser atrapados por alguien dentro de la habitación de Heeseung, le había parecido una gran idea. Ahora, sin embargo, mientras Heeseung continuaba estimulándolo mientras lo mantenía quieto, con ambas manos en las caderas, con gran fuerza, estaba empezando a darse cuenta de que no había pensado bien en esto.

"Tienes que venir una vez más, princesa, o no te joderán". Heeseung dejó de chuparlo sólo para decir eso. Sunghoon se tomó un momento para entender las palabras de Heeseung.

"No p-puedo..." sollozó. Estaba cansado y todo le dolía, y le encantaba, pero sinceramente sólo quería la polla de Heeseung dentro de él.

En broma, Heeseung bajó una mano lentamente solo para empujar abruptamente dos dedos hacia Sunghoon, quien se ahogó con un gemido ante el repentino movimiento. "Entonces supongo que no quieres mi polla...." Heeseung se estaba burlando de el, presionando y moviendo sus dedos para que no pudiera pensar. Sunghoon sólo quería que lo anudaran.

"¡Yo-yo quiero! Yo quiero, por favor, Heeseung, alfa... lo necesito", gritó, cayendo en el plan de Heeseung.

"Tienes que venir una vez más". Presionó con más fuerza contra el punto dulce de Sunghoon, haciéndolo llorar y doblar los pies.

"¡ Por favor!", gritó Sunghoon, "por favor, los demás volverán pronto". Dijo entre gemidos entrecortados y jadeos.

"Entonces será mejor que te apresures", susurró Heeseung, sonando casi malo. Sunghoon debería haberlo sabido mejor que tratar de hacer que Heeseung cediera.

Sunghoon quería gritarle, sólo quería que lo jodieran. Heeseung tenía una gran polla y era increíble con ella, pero Sunghoon se preguntaba si valía la pena todo esto. Sin embargo, Heeseung no le dejó pensar en ello por mucho tiempo mientras comenzaba a acariciar su pene mientras continuaba estimulando su próstata. Sunghoon no pudo evitar los gemidos casi de dolor que salían de su boca, y Heeseung disfrutaba cada sonido que hacía.

Se retorció bajo el toque de Heeseung, y por mucho que quisiera quejarse, lo disfrutó tanto como Heeseung, si no más. Le gustaba la forma en que Heeseung jugaba con él como quería y que no podía hacer nada al respecto. Le encantaba la forma en que las manos de Heeseung sabían dónde tocarlo para prenderle fuego. Tuvieron tiempo para explorarse el uno al otro y lo que les gustaba, conocer qué hacía que el otro se volviera loco de placer.

Justo en ese momento, Heeseung lo estaba torturando de la mejor manera posible Pero realmente no tenían tiempopara ello, si no querían que los demás se enteraran. Estaba consciente de que Heeseung no lo follaría como quería si no hacía lo que decía, así que sólo tenía una opción.

Forzar un orgasmo era una habilidad que nunca pensó que necesitaría. Sin embargo, allí estaba él, haciendo un esfuerzo consciente por correrse sólo para que lo follaran. Todos sus músculos se contraían esporádicamente cuando lo sentía. Con un grito silencioso, Sunghoon finalmente se corrió una vez más. Sin embargo, parecía que había estado poniendo demasiada fuerza en ello. Un momento más o menos después de correrse, echó un chorro sobre la cara y las manos de Heeseung. No pudo detenerlo, simplemente dejó que sucediera y luego se quedó sin huesos sobre el colchón.