Peach Smell | Jenlisa

Capítulo 11

Jennie se alejó lentamente de la alfa, manteniendo una sonrisa pequeña mientras esperaba la reacción de su novia. Lisa por su parte continuaba impactada ante las palabras que había susurrado la omega, sintió sus orejas calentarse y tosió cuando se atoró su saliva del asombro. 

ㅡ¿Es enserio?ㅡPreguntó la alfa mirándola a los ojos en medio de la oscuridad del cine. 

Jennie asintió con cautela.ㅡSi, después de todas las sesiones que tuve con los doctores, ya puedo soportar el olor a durazno. 

Lisa sonrió en grande.ㅡ¡Eso es genial, Jennie!

La alfa la abrazó, metiendo su nariz en el cuello de la omega rubia, quien asintió entre medio de risas por las cosquillas que le provocaba Lisa. 

ㅡPerdóname.ㅡSusurró Jennie.

Lisa se alejó lentamente para mirarla con confusión.ㅡ¿Por qué te disculpas?

ㅡPor hacer que utilizaras el neutralizador, por hacerte sentir mal y por haber sido descortés contigo la primera vez que nos conocimos. 

La alfa sonrió, acariciando con ternura la mejilla de su omega.ㅡNo tienes que disculparte, no era tu culpa no poder tolerar el olor a duraznos. 

ㅡAún así...

ㅡJennieㅡLisa tomó entre sus manos la cara de la mencionada, provocando que los labios de está se abultaran.ㅡ, esperaría toda mi vida sin ningún problema hasta que estuvieras bien, hasta que te sintieras cómoda conmigo. 

Los ojos de Jennie se llenaron de lágrimas al escuchar las palabras de la alfa, se preguntaba cómo es que podía existir una mujer así de tierna y amorosa, sintiendo cómo su loba corría alrededor mientras su colita se meneaba de un lado a otro al sentirse tan amadas. 

ㅡGraciasㅡJennie la abrazó fuertemente.ㅡTe amo. 

La alfa sonrió pegándola más hacia sí misma. ㅡTambién te amo. 

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Lisa esperaba fuera del salón de Jennie en el último edificio de la universidad, con un gran ramo de girasoles entre sus manos y suspirando constantemente mirando su reloj, esperando que dieran las 2 de la tarde, la hora en la que las clases de Jennie terminaban. Se escuchó la voz del profesor despedirse de los alumnos, poco después, la alfa vio la puerta abrirse e instintivamente buscó con la mirada aquella omega que la traía en las nubes todo el tiempo. 

Jennie se acercó a Lisa con una linda sonrisa al verla sostener un ramo de girasoles. 

ㅡPara la única omega en mi vida.ㅡDijo la alfa extendiéndole el ramo y guiñándole un ojo, provocando risas en Jennie.

ㅡQue afortunada es esa omega.ㅡ Jennie habló oliendo los girasoles.ㅡ Gracias por el detalle.

ㅡNo es nada, ¿a dónde quieres ir hoy?ㅡ Cuestionó Lisa cargando la mochila del omega en uno de sus hombros y tomando la mano del mismo. 

ㅡ¿Podemos ir a tu casa? No tengo muchas ganas de salir hoy.ㅡDijo Jennie con un pequeño puchero en sus labios mientras apretaba la mano de la alfa y recargaba su cabeza en el hombro del castaña, caminando así hasta que llegaron a la salida. 

Lisa asintió.ㅡClaro, no hay problema.

Jennie festejó emocionada, dando pequeños brincos mientras caminaba, pero paró de pronto al sentir un cruel mareo. 

ㅡ¿Te encuentras bien?ㅡLisa le preguntó preocupada. 

ㅡSi, si.ㅡJennie asintió colocando su mano en su cabeza, intentando estabilizarse.