Confesiones

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POV. VIOLETA
Después de esa interrupción por parte de  Salama y Álvaro estuvimos jugando a las cartas un buen rato. Cuando llegaron las 5 en punto, bajamos a la recepción del hotel donde nos encontramos con varios de nuestros compañeros.

-¡Holaa!- Dije cuando llegamos y comencé a saludar a todo el mundo.

-¡Holaa Violeta!- Dijo Naiara al verme aparecer.- Por tu cuello se ve que ayer te lo pasaste muy bien com cierta guiri.- Lo que dijo la morena me dejó un poco en shock. Y es que no sabía en qué momento Denna me había hecho un chupetón. Pero lo que más me impactó fue el que pensasen que yo y Kiki pasamos juntas la noche. En ese momento busqué la mirada de Denna y cuando me la crucé, sentí como miraba con celos debido a lo que había dicho Naiara.

-Pero si entre Kiki y yo ayer no pasó nada.- Será algún golpe de algo o yo que sé.- Intenté disimular, ya que, aunque Kiki no había sido estaba segura que era cosa de Denna. En ese momento todas las miradas estaban posadas en mí. La mayoría eran de burla y curiosidad, mientras que, había una que solo desprendía rabia.

-Sí claro, y yo soy Hanna Montana. Si os vi ayer como os fuisteis las dos juntitas. Y ni hablar de que antes os habíais escapado al aseo. Que yo me entero de todo.- Le iba a responder pero en ese momento entró Noe con algunos del equipo de producción y no me dejó decirle que nada había pasado.

La tarde continuó normal dentro de lo que cabe. Nadie volvió a comentar nada del chupetón y yo quería matar a Denna por esto. Durante todas las grabaciones y, entre descanso y descanso las miradas entre Denna y yo eran muy constantes, como si tuvieran algún tipo de imán, algun tipo de conexión imposible de cortar o romper. Al terminar las grabaciones, nos llevaron de vuelta al hotel y Salma, con la cual había cogido mucha importancia no dudó en apartarme un momento del grupo sin que nadie lo notase para interrogarme.

-Así que con la guiri ehh...- Dijo mientras me hacía pararme para quedarnos detrás de todo el grupo.

-Que va, ya os lo he dicho antes, entre Kiki y yo no ha pasado nada, solo me acompañó al aseo a consolarme por una cosa que pasó y luego me llevó al hotel.

-Ya claro, ¿y ese chupetón qué?- Dijo mientras me echaba el pelo hacia atrás para dejar la marca visible.

-No fue Kiki, fue alguien más.- Le confesé, y es que no podía más con el secreto y ni siquiera había pasado más de 4 horas. Y es que, tampoco había tenido un momento con Denna a solas para saber que pensaba ella de esto. No sabía si esto significaba algo para ella y tampoco sabía como debía actuar ante esta situación. Lo mejor será hablar esta noche con ella, aunque las miradas que estábamos compartiendo ya hablaban por si solas y me spoileaban que lo que había sucedido antes en la habitación era necesario acabarlo.

-¿Noo? ¿Y quién ha sido entonces? No se me ocurre nadie, y dudo que haya sido un tío, no te pega nada.- La pelinegra me comenzó a interrogar y yo no sabía muy bien que contestar, pero decidí contárselo con una indirecta muy directa, y es que necesitaba contárselo a alguien.

-Bueno, si no hubieseis venido tú y Paul seguramente habrían más chupetones.- Dije con una sonrisa tonta en la boca, mientras mi mirada se posó en Denna, y es que sentía que había una fuerza mayor que había conseguido que me gustase tanto una persona en tan poco tiempo.

-¡No te creooo!- Dijo gritando y muchos se dieron la vuelta para ver qué pasaba. Una de esas personas fue cierta rubia, nuestras miradas conectaron y esos escasos segundos habían parecido horas. No entiendo bien que estaba sucediendo entre nosotras, pero si tenía claro que esos ojos que estaba tan segura hace menos de 12 horas que jamás me mirarían a mí, ahora a cada oportunidad que tenían me buscaban para compartir miradas llenas de complicidad.
A los pocos segundos todos se volvieron a girar sin tomarle mayor importancia al grito de la malagueña.- ¿Pero no se supone que es hetero?- Dijo ahora prácticamente susurrando para que nadie más escuchara

-Eso pensaba yo también. Pero estoy súper confundida. Esto no viene de ahora, cuando tenga tiempo te cuento mejor.- Mientras decía eso iba acelerando mi paso para juntarme con el resto del grupo quedando justo al lado de Denna.
Durante el resto del trayecto nuestros ojos prácticamente no se despegaban y no dejaban de desprender ese brillo que tanto les caracterizaba, acompaño de una mirada llena picardía que bien sabia lo que podía significar.

Al llegar al hotel decidimos subir todos a nuestras habitaciones, ya que ya habíamos cenado y la mayoría estábamos cansados. Aunque algunos aún teníamos la energía justa para afrontar algunas cosas.

El caminó en el ascensor fue un poco incómodo debido a que íbamos Salma, Naiara, Kiki, Denna y yo. Al llegar a nuestra planta cada una se dirigió a su habitación, y Salma que justo estaba en la habitación de al lado nuestra me guiñó un ojo mientras entraba a su habitación.

Nada más cerré la puerta después de entrar tras Denna, sentí como mi cuerpo estaba siendo estampado contra la puerta y un cuerpo se quedaba a escasos centímetros de mí. Podíamos sentir nuestras respiraciones, debido a que nuestros labios se encontraban a escasos milímetros de los otros.

-No sé tú, pero a mí no me gusta dejar las cosas a medias y no me doy por vencida hasta que termino algo.- Dijo la rubia mientras se movía hasta mi oreja mientras susurraba eso y me dejaba un beso en el lóbulo.

Para este momento nuestras respiraciones eran muy pesadas y sentí que sino hubiese sido por la puerta y la sujeción de las manos de Denna en mis caderas yo ya estaría en el suelo. Denna comenzó a dejar un reguero de besos por mi cuello hasta llegar a mi mentón, donde se entretuvo un rato hasta finalmente subir a mis labios. No había pasado mucho tiempo desde la última vez que los probé pero los había extrañado mucho. Poco a poco las piezas de ropa fueron quedándose en el suelo de la habitación al mismo tiempo que andábamos a la cama entre besos y con mis piernas enredadas a la cintura de la rubia.
Denna me dejó caer en la cama con mucha sutileza mientras comenzaba a jugar con los tirantes de mi sujetador, que junto al tanga, era la única penda que me quedaba puesta. Sus manos recorrían cada centímetro de mi cuerpo mientras su boca se encontraba en mi cuello lamiéndolo y mordiéndolo. No pude contener que se me escapase algún gemido, lo que la hizo sonreír a la rubia con satisfacción por lo qud acababa de conseguir. El sujetador desapareció de un momento a otro, y en menos de un pestañeo, ya se encontraba sustituyendo sus boca por lo que antes se encontraba entre sus manos. Fue bajando un reguero de besos hasta mi feminidad, donde antes de llegar, se paró y me miró a los ojos esperando mi afirmación la cual yo le di con un asentimiento.
Unos minutos después comencé a sentir que no aguantaría mucho más y unas palabras mágicas hicieron que me liberase del todo.

-Dejate llevar, permítete ser libre.- Esas fueron las palabras precisas que hicieron que tocase el cielo.
Después de esto, me dejé caer en la cama al lado de Denna para conseguir relajarme.

-No es justo, no estamos en igualdad de condiciones.- Le dije señalándole que aún llevaba su ropa interior.- Pero bueno, eso tiene fácil solución.- Comencé a subirme encima de ella para quitarle la poca ropa que le quedaba.- Ahora te toca a tí.- Mientras estás palabras salían de mi boca, mis ojos estaban penetrantes en los suyos, conectandose de una manera especial y bonita.

La noche pasó de la mejor manera posible. Nos entregamos la una a la otra de manera completa y, pude disfrutar de una de las mejores noches de mi vida, olvidándome por un momento todo lo demás y dejándolo en segundo plano.

Un solo corazón- Violenna(Violeta x Denna)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora