Comienza amanecer

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Después de esa noche, Zayn y Louis tuvieron muchos encuentros similares. Al llegar a casa, cansados de toques de extraños, de caricias frías y besos astillados se buscaban a tientas en la oscuridad.
Se encontraban en la cocina, en el jardín o en los pasillos y se tomaban de la mano en silencio para esconderse en alguna habitación. Sus cuerpos se reconocerían entre las sombras y el tacto entre sus pieles sería consuelo para el cansancio. Lo harían despacio, con calma y tomando control de sus propios cuerpos por una vez en el día. Después, cuando por fin sus cuerpos volvieran a la realidad, hablarían del día, del bar, del clima y juzgarian mordazmente la torpeza e incapacidad de sus clientes como terapia para borrar el rastro de sus manos en sus cuerpos, alguna vez uno de ellos soltaría una que otra lágrima por un cliente particularmente desagradable, pero borrarían el rastro compartiendo besos suaves que sabían a un completamente honesto "te entiendo" y finalmente dormirian abrazados con el consuelo de saber que incluso si los días siguientes serían peores, por la noche, cuando todo acabe, podrían volver a su habitación y sanar sus heridas.

Fue el segundo domingo de adviento cuando conoció a Joona, llegó por primera vez a Blue Waters como casi todos, tímido, nervioso y con un pie hacia la puerta listo para salir corriendo, pero vió a Louis sentado en una butaca junto a la barra y caminó directo hacie él sin desviar la vista ni un solo segundo, quedó prendido de sus piernas suaves y su cuello esbelto, de sus hombros firmes y su mirada fuerte, era hermoso en su aura etérea y lo mejor de todo, no era una mujer.

Llegó al bar por recomendación de su mejor cliente, un analista financiero brillante pero lleno de ansiedad quien le dijo que la mejor manera de descargar energía y recuperar valor era hacerlo con los chicos de Blue Waters. Joona, cansado de fingir una heterosexualidad inexistente por tantos años visitó el bar recomendado, y por primera vez después de once años tuvo una erección sin una sola gota de alcohol ni un gramo de Viagra en su cuerpo cansado.
Cuando despertó con Louis en sus brazos la mañana siguiente por fin pudo sentirse como un hombre de verdad, era él mismo y había hecho el amor con un chico ardiente, lo había hecho sollozar y gritar su nombre una y otra vez, y aunque sabía que había pagado por ello, nada le quitaba el placer de esa noche inolvidable. Fue un alivio cuando horas después el aura de comodidad no desapareció, hablaron de fútbol, de películas y de música, rieron mucho y recordaron entre susurros y caricias la noche anterior.

Nunca se había sentido así con su esposa en las escasas, tristes e incómodas veces que tuvieron intimidad. Louis era todo lo que alguna vez había soñado y quería tenerlo para siempre, pero tenía una familia que lo necesitaba. El deber lo llamaba y sin importar que ésta era la primera vez en su vida que se sentía enamorado, ya era demasiado tarde como para tomar las riendas de su propia vida.

Estaban ahí una vez más, enredados entre las sábanas blancas de una casa de alquiler a las afueras de la ciudad, el corazón de Joona latía como el de un adolescente a punto de confesar algo importante. Tenía algo importante que confesar.
Sus latidos acompañaban los espamos del chico entre sus manos, era su primer orgasmo del día y se lo dió solo con su boca, lo haría siempre pues la sensación era peligrosamente adictiva, era un simple mortal rendido a su salvador, cado toque era una súplica de redención y cada gemido era la reafirmación de quien era en realidad, un hombre gay enamorado. O al menos era lo más cercano a eso.

Louis cayó rendido sobre el pecho de Joona, sintiendo que el corazón se salía por sus poros, era una buena forma de despertar, especialmente después de una noche como la que tuvo dos días atrás, el encuentro fue casual en la normalidad de Blue Waters, un cliente de alto rango, asquerosamente rico y un bruto total, supo que fue un error en cuanto el hombre arremetió contra él sobre un muro, sin cuidado y sin culpa alguna. Lo lastimó mucho, como no lo habían hecho en meses, pero finalmente era su trabajo y debía soportar solo ocho meses más. Respiró con calma después de algunos minutos, estiró su mano y comenzó a estimular el miembro de su acompañante.
–Cariño, no tienes que hacerlo ahora, tómate tu tiempo– le dijo tomando su mano y dejando besos suaves sobre ésta. –Tengo tres cosas cosas para decirte, Lou.
–Soy todo oídos, y soy multitareas, déjame hacerlo, adoro verte exitado– desvió nuevamente su mano y tomó el miembro erecto, le fascinaba la facilidad con la que ponía poner a los hombre, nunca dejaba de sorprenderlo. Comenzó con un suave vaivén, estimulando cada tanto el prepucio, los teticulos y ejerciendo la presión exacta al compás de los latidos del hombre, sonrió al escuchar gemir su nombre– habla, amor.
–Mi nombre no es Joona– soltó sin previo aviso entre jadeos –Es Liam, pero todo lo demás es cierto– no tuvo tiempo para preocuparse por la reacción de su amante, quien continuó con su labor como el profesional que era, unos segundos después y un movimiento dulcemente doloroso lo hizo llegar fuerte, no podía hacer más que gritar Louis.
–En realidad... lo imaginaba. Quiero decir, casi nadie viene a Blue Waters con su nombre real, es como un lugar al que siempre quieren ir pero nunca quieren recordar. Es precavido si lo quieres ver así, no es en absoluto malo, pero es sorprendente que me digas tu nombre real.
–Yo... quise hacerlo porque eres especial para mí, sabes lo que eso significa. Sé bien que ambos conocemos nuestra situación y casi puedo afirmar que tú también me consideras especial. Yo... no te pido nada, pero quería que lo supieras al menos. Sin importar nada, siempre estarás en mi mente y en mi corazón, pero siendo completamente egoísta e idiota como soy, no quiero que esto acabe.
–Pero eventualmente tendrá que acabar. Esto nunca dura mucho y creo que hemos tentado mucho nuestra suerte.
–Lo sé, lo sé, simplemente te necesito un poco más, porfavor.
–Tambien te necesito un poco más, nunca antes me sentí de está forma y quiero descubrir de qué se trata – soltó una pequeña risa y dió pequeños besos en los labios de Liam –¿Sientes eso en el estómago Joo... Liam, Liam, será difícil no equivocarme, ¿sientes... eso, Liam?
–Puedo sentirlo, bebé. Es genial.
–Ya me contaste dos cosas, ¿cuál es la tercera?
–Es en realidad un favor. Es algo muy delicado.
–Dímelo, estoy de buen humor.
–Tengo un amigo llamado Harry, es... bueno, es mi mejor amigo y trabaja conmigo en el buffet. El también es gay, no abiertamente pero lo es y nunca sale con nadie, no tuvo una sola pareja desde que lo conozco y lo conozco desde la escuela primaria, entonces... eso, entre todos, quisimos organizar una fiesta para el por su cumpleaños, y surgió la idea de regalarle un striptease pero lo demás no saben quea él no le van las mujeres entonces les dije que yo me encargaría de buscar a alguien para ello, ¿podrías ayudarme a conseguir a alguien para eso? Talvez algunos de tus compañeros, se les pagará muy bien.
–Vaya... ¿estas seguro de que eso no lo incomodará? Por lo que mencionaste, no creo que tome muy bien un striptease tan abrupto y en su cumpleaños... No tengo problema alguno en ayudarte Li, varios chicos saben bailar muy bien. ¿Será bueno hacerlo?
–También lo pensé así, pero quiero que se divierta un poco, aún es joven y necesita soltarse, no quiero que se case con una mujer en unos años solo porque es la decisión más fácil, quiero que a pesar del pertenecer al mundo al que pertenecemos él pueda comenzar a ver la cosas diferente, que despierte de una vez por todas y viva su vida de la manera que mejor le parezca, no quiero que acabe como yo.
–Vale, entiendo eso. Lo quieres mucho, ¿no es así?
–Es mi mejor amigo, mi hermano. Y, si algo le molesta, acabaré con todo al instante, no quiero que pase un mal rato en su cumpleaños. ¿Qué dices?
–¡Claro que lo haré! Estoy feliz de ayudarte bebé. Y ahora, talvez no es el mejor momento pero quizás podrías ayudarme con ¿mi erección? Después de todo hoy solo tuve un orgasmo y sé que puedes hacer más por mi.

Liam soltó una carcajada, poco sorprendido por el cambio de tema del menor, quien siempre tenía algo para decir que cambiaba el rumbo de sus pensamientos, pero como dijo Louis, el podía más y después de soltar lo que llevaba en su pecho durante tantas semanas se dijo así mismo que él era un simple mortal rendido a los placeres que le ofrecía un chico como Lou y puso manos a la obra.

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⏰ Última actualización: Dec 22, 2023 ⏰

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