«Naruto»
¿Qué le podía decir? Está con otros chicos. Podía ir y decirle que era un idiota, que fue un estúpido al haberme dejado, que fue un insensible..., que, lo extrañe tanto.
Pensé que no lo volvería a ver, que no me afectaría de nuevo.
Suspire.
Levanté la vista y comencé a caminar donde ése idiota está.
—¿A dónde vas?—. Preguntó Gaara mientras caminaba a lado de mí. Pensé que su rostro no se inmutaba con nada, pero ahora que me estoy dirigiendo a Sasuke, frunció el ceño.
No contesté a su interrogante.
Cuando estuve a tan sólo unos pasos de su posición, nuestras miradas chocaron. Ésas negras y profundas pupilas, hicieron que mi respiración se detuviese unos segundos, recordando todo lo que alguna vez me aferraba, porque era así, sólo dependía de Sasuke..., pero ya no será así.
Trague grueso cuando su mirada se volvió gélida, fría. Ése no era el Sasuke que yo conocía. Pero tengo que mantenerme firme, no permitiré que vuelva a burlarse de mí, no me doblegare ante él cómo lo hacía de niño.
—¿Qué haces aquí? —. Preguntó enseguida sin ablandar ese dura mirada que me brindaba.
Arrugue el entrecejo y mis ojos se volvieron cristalinos. ¿Por qué ahora es así? ¿Por qué se comporta tan frío conmigo? ¡yo no fui quién se alejó, yo no fui quién abandonó nuestra amistad!
Quería derrumbarme ahí mismo, pero no lo tengo que permitir.
Vi cómo Gaara me miraba confuso, esperando un acto mío para saciar su curiosidad.
Suspire de nuevo para relajarme y poder decir lo que mi mente articulaba.
—Quiero hablar contigo, Sasuke—. Dije un poco nervioso, sentí como mi voz temblaba y, no era para poco. Querer hablar con un ex-amigo de la infancia, para saber por qué dejamos de lado nuestra amistad; es algo estresante.
—¡Pues yo contigo no!—. Creo que será más difícil de lo que creí.
Cuando era un niño y quería entablar alguna conversación con ese estúpido , el jamás se negaba, terminaba escuchando y consolandome.
Fruncí los labios, mientras observaba los chicos a su alrededor, que me miraban con lástima. ¿Acaso eso daba?
Uno era de estatura promedio, cabello largo y oscuro, con unos grandes ojos grises, una mirada tan neutral que un sudor frío recorrió mi cuerpo. Otro era más alto, con pelo tan negro cómo la noche en forma de hongo, tenía unas cejas muy pobladas, pero su mirar me relajaba un poco, pero aún así, era el quien me miraba con más lástima.
Eso no me motivaba en lo absoluto. Suspire más de tres veces en menos de unos cuatro minutos, un récord. Cerré por unos segundos los ojos y bajé la mirada. Tenía que concentrarme para convencer a Sasuke, pues sé qué tan obstinado es a veces.
—¡Sabes que tenemos que hablar! ¿Acaso no te acuerdas de mí? —. Ya no lo aguantaba, sentía que en cualquier momento reventaría en llanto. Mis ojos quemaban, diciendo que muy pronto una lágrima traicionera se resbalaría por mi piel.
—¡Vamos, Sasuke! No seas tan duro con el chico, es nuevo —. Dijo el cejotas mientras se colgaba de mis hombros. Lo miré y me sonrió, a lo cual hizo que me sonrojara un poco y le devolviera la sonrisa.
—Tks—. Escuché que Sasuke chasqueaba la lengua y me miraba enojado. ¿Ahora qué traía ése estúpido?
Antes de que volviera a insistir, Sasuke me tomó del brazo y me jaló a quién sabe donde, alejándonos de todos los chicos. Caminamos rápido, ó más bien Sasuke corría y a mí me jala. ¿Quiere que hablemos? ¡Eso quiere decir que no me ha olvidado!
No lo sé, pero una gran felicidad me invadió al sólo pensar que aún no me había olvidado. Una sonrisa se plantó en mi rostro.
Me iba ha emocionar, pero Sasuke se detuvo de golpe, haciendo que chocara en su espalda, me ruboricé hasta las orejas al haber golpeado mis caderas en su trasero.
Cuando se volteó lo vi con una sonrisa arrogante, hice un puchero aún sonrojado.
—Y-Yo... Este...
—¿Querías decirme algo, no Naruto?—. Su voz hizo que me sintiera débil, que todo lo que mí mente decía se desvaneciera en cuestión de segundos. Creo que Sasuke sigue consiguiendo que me vuelva indeciso, siempre con su voz hace que sensaciones extrañas surjan en mí. Suspire; ya incluso perdí la cuenta de cuántas veces lo he hecho en el día.
—¿Tengo que decirlo yo...?—. Pregunté ahora triste. Creí que me diría cuánto me extraño; pero, no tengo que mostrar lo triste que me pone esto.
Me crucé de brazos haciendo un puchero, esperando que dijera algo.
Él suspiró y se acarició las sienes. Alzó la vista, sorprendiendome, pues, en su rostro había un toque casi imperceptible de tristeza, melancolía. Aunque no duro mucho, después volvió esa mirada gélida.
Antes de que yo dijera algo más, se acercó y me rodio con sus brazos. Esto se siente tan cálido..., me siento ahora protegido. Yo también hice lo mismo, rodie con mis brazos su cuello, acercándolo. Sentía que volvería a desaparecer, no quería que se fuera otra vez de mi lado, quiero que permanezca siempre conmigo.
Pero qué irónico, hace poco lo iba a golpear.
—No te he olvidado, idiota—. Me dijo en el oído, casi en un susurro que hizo que me estremeciera enseguida. Me atrajo más a él, sintiendo sus manos en mi cintura.
Ahora que lo noto, Sasuke es un poco más alto que yo.
—...Eres un estúpido, pensé que no me recordabas —Dije mientras me separaba para verlo a los ojos, sin que él soltara aún mi cintura
— ¿Por qué te fuiste?
—Eso es asunto mío, no le debo explicaciones a nadie —. Si que es un testarudo éste. Se separó cruzándose de brazos.
—¿Qué...? ¡Pues a mí no me interesa por qué te fuiste!—. Contesté enojado.
—Eso no es lo que parecía —. Me dijo con una sonrisa burlona, mientras con una mano se agarraba su cabello azabache.
—¡Vete al diablo, estúpido!—. Este sí que me cabrea enseguida.
Pero me siento tan aliviado que no me haya olvidado.
***
;-; perdón por no actualizar ayer, pero es que me entretuve leyendo manga Yaoi.
Sé que es corto...,pero de algo a nada U.U es mejor algo, no?
Nos leemos en el siguiente (/ⁿ-ⁿ)/
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Nuestros lazos(SasuNaru) -Yaoi/gay-
Romance[A.U](SasuNaru) el encargado de Naruto, decide enviarlo lejos, a un internado llamado Konoha, donde se encontrara en viejo amigo, Sasuke, cual hace que tenga rencor hacía él. Ellos serán compañeros de dormitorio, en esta faceta de sus vidas, conviv...