especial O5 : chanbaek

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Diez años después…

-Jeon Yoongi, deja de darle
patadas a tu hermano.

-¡No quiere devolverme la PSP!

-Jeon Yugyeom devuélvele la
consola a tu hermano ahora mismo.

- ¡Pero si es mía!

- Jeon Jungkook, ayúdame con tus
hijos.

El alfa apareció detrás del sofá y le
arrebató a su hijo menor la consola
de las manos.

- ¡Eh!

- Para empezar, no sé qué hacéis
jugando a la consola en una
reunión familiar.

- Oh, vamos, Jungkook. No seas
tan duro. Nosotros a su edad
estábamos enganchados a la Xbox.

-¿Solo a su edad?

Taehyung entró al salón cargando
una ensaladera.

- Ya está aquí Hoseok el tío guay.
¿Quieres que le cuente a tu hijo qué
hacías tú en los baños del instituto
a su edad?

- Shhhh, lo que pasa en los
urinarios, se queda en los urinarios.

- Menudo par de alfas, parecéis
críos.

Jungkook se acercó a su omega y
rodeó su cintura con un brazo.

- Menos mal que me quieres así-
Dijo y dejó un sonoro beso en
su mejilla, haciéndole sonreír
ampliamente. Habían pasado casi
quince años y aún se querían como
el primer día.

Ya era tradición, todos los viernes
las dos familias se reunían en casa
de los Jeon para cenar juntos. Tres
omegas, cuatro alfas y un beta
recién presentado. Menos mal que
la mesa era desplegable.

- Ya está todo preparado. - Anunció
Taehyung.

- Genial, porque me estaba
muriendo de hambre. - Dijo
Yoongi.

- No tan rápido, jovencito. Faltan
Baekhyun y Chaneol.

Los dos hermanos resoplaron a la
vez.

- ¡Pero papá, nos morimos de
hambre! - Se quejó Yugyeom.

- Si estuvieras muerto, no
molestarías tanto.

-¡Jungkook!

- Era broma.

- Deben estar a punto de llegar,
Chanyeol me dijo que debían
arreglar algo de clase, no tardarán
demasiado.

En realidad, ya habían llegado.
Al otro lado de la puerta, una
joven pareja sostenía sus manos
temblorosas.

- ¿Estás listo?

- No.

- Chanie, ya habíamos hablado de
esto.

- Lo sé, Baek, pero aún así...estoy
nervioso.

El omega encaró al alfa, sostenido
su rostro entre sus manos.

- Chanyeol, nos hemos criado
juntos, nuestros padres son
mejores amigos desde hace años,
hemos hecho cientos de fiestas de
pijamas con los renacuajos de tus
hermanos...ya somos como una
pequeña familia. -Chanyeol sonrió.
- Nos apoyarán, seguro. Van a
alegrarse de que hayamos dado un
paso más en nuestra relación.

- Pero…¿y si no lo hacen?

- Tendrán que hacerlo, porque, si
de algo estoy seguro, es de que eres
mi alfa y te quiero, y quiero pasar el
resto de mi vida contigo.

Para Chanyeol, mirar los expresivos
ojos de Baekhyung era como
despertar cada mañana y descubrir
que era Navidad. Sentía que podría
hacer cualquier cosa con tal de
contemplar esa dulce y confiada
sonrisa que le regalaba su amado
omega. Se había enamorado
perdidamente de su mejor amigo,
no sabía muy bien cómo, ni
cuándo pasó, quizá siempre lo
hubiera estado. Llevaban más de
un año manteniendo su relación
a escondidas, pero sentía que
había llegado el momento de
gritarle al mundo que su corazón le
pertenecía a Baekhyun.

- Yo también te quiero, siempre.
Pase lo que pase.

Unieron sus labios suavemente
durante un breve instante antes
de armarse de valor y llamar a la
puerta. El pequeño Yugyeom les
abrió.

- ¡Bien, Comida! - Gritó antes de
correr de nuevo hacia el interior de
la casa.

-Yo también me alegro de verte,
enano.

Baekhyun río suavemente y apretó
una última vez la mano de su novio
antes de soltarla y entrar. Ahí fuera,
en la puerta, se había sentido muy
seguro, pero ver a toda su familia
esperándoles había conseguido
que sus nervios saltaran como
un resorte. Aunque no tardó en
tranquilizarse cuando la mano de
Chanyeol se posó en su espalda
baja. Suspiró.

- Sentimos haber llegado tarde.

- No importa, vamos a comer. - Dijo
Jimin, tan sonriente como siempre. 

- Esperad, antes de cenar, Chanyeol
y yo queríamos deciros una cosa.

- ¡Qué tenemos hambre! - Chillaron
a la vez los dos niños.

-A callar, mocosos.

- ¿Qué pasa, chicos? No nos
preocupéis. Baek, no tienes muy
buena cara.

Taehyung siempre fue dulce y
comprensivo con él, y lo quería
como a alguien más de la familia,
igual que a Hoseok. Por eso temía
su rechazo.

- Sentaos.

Los adultos obedecieron, mirando
a sus hijos con preocupación.
Baekhyun se sentó en el sillón
de enfrente y Chanyeol en el
reposabrazos. Se miraron a los ojos
una última vez para coger fuerzas
antes de soltar la gran bomba. Sus
manos se unieron. Chanyeol tomó
aire.

- Baek y yo estamos saliendo.

Parpadeo, parpadeo.

Silencio.

Ni una reacción.

- Esto...llevamos más de un año
juntos y...vamos muy enserio…

- Señores Jeon, yo quiero a su hijo…

¿¡Señores Jeon!? ¿¡Por qué narices
les había llamado señores Jeon!?
La pareja estaba sonrojoda hasta
las orejas y a punto de sufrir una
taquicardia justo cuando sus
padres estallaron en carcajadas.
Ambos se miraron confusos.

- Jungkook, me debes cien wons,
te dije que nos lo dirían antes de
Navidad.

-Mierda, mocosos, podríais haber
esperado un par de meses más.

Chanyeol frunció el ceño.

- ¿Qué está pasando?

Taehyung sonrió dulcemente.

- Cariño, sabíamos lo vuestro
desde el principio. ¿O creíais que
no íbamos a darnos cuenta de que
de repente olíais diferente? Por no
hablar de los chupetones…

Baekhyun quería que la tierra le
tragase y le escupiera en Hawaii.

- Yo diría que sabíamos lo vuestro
incluso antes de que empezáseis
a salir juntos. Siempre tuve la
esperanza de que acabárais juntos.
Estoy muy feliz.

- Yo os shippeaba.

-¡Jungkook!

Todos volvieron a reír y Baekhyun
se dejó apoyar en el costado de
Chanyeol, ahora sin tensión.

- Eso sí- Habló de repente el alfa.
- Como le hagas algo a mi niño,
pienso colgar tus pelotas del espejo
retrovisor de mi Range Rover.

- ¡Papá! - Chilló Baekhyun
escandalizado.

-¡Jungkook!

- Es broma... - Sonrió - O quizá no.

Chanyeol tragó saliva. Tendría
mucho cuidado por si acaso,
aunque tampoco es como si
fuera a dañar a Baekhyun, era su
vida. Ahora podrían estar juntos
libremente, ser felices y, quizá en
un futuro, formar una familia tan
maravillosa como las suyas.

-Oye, nosotros también nos
alegramos de que Baek y Chanie
estén juntos pero…
-¡Tenemos hambre!

Todos rieron una vez más antes de
sentarse por fin a cenar. Tres felices
parejas y dos impacientes niños
hambrientos.

(...)

Gracias por leer ❤️

intocable › kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora