Shoes ➸ j.b | os

dos.

Justin's Point Of View.

Era completamente hermosa, sonreí tiernamente al verla tan concentrada mirando su helado, tomó asiento a unos metros de mí, tuve que moverme un poco para poder observarla mejor.

¡Hasta vestía muy diferente a las demás!

Su atuendo consistía en un simple top blanco, jeans negros y vans, bendita sea todas las zapatillas del mundo. Seguí observando su rostro, joder, es hermosa.

Escuché un carraspeo detrás de mí, pero lo ignoré, estaba en mi mundo, en el mundo de aquella chica.

—¡Justin!  —gritaron.

Me sobresalté y volteé. Ryan se encontraba detrás de mí con una sonrisa pícara y dos helados en cada mano.

—¿Que hacías?  —enarcó una ceja.

Me puse nervioso de inmediato, conocía tanto a Ryan, ese gesto significaba que me había visto y ahora tendría que darle una explicación.

—N-nada, solo miraba el paisaje, sí, el paisaje.  —mordí mi labio fuerte.

—Sí, ajá, ¿quién es la chica?

¿Lo ven? Este chico aveces me da miedo, ni mi madre me conoce tanto, bueno, puede que sí, pero de igual forma.

—¿Ves a la chica del cabello castaño, la que está al lado de la rubia?  —el asintió, mientras tomaba asiento y me entregaba mi helado—. Pues, ella. 

Ryan la quedó mirando por varios minutos, me puse nervioso, ¿porque la observa tanto?

—¡Oh ya sé!  —exclamó de la nada, haciéndome saltar.

 —¿Que sabes?

—Usa vans, zapatillas, solo por eso te fijaste en la chica.

A pesar de lo que dice es verdad, la chica es hermosa y tiene algo, algo que realmente no sé, pero siento una extraña conexión con ella.

 —No es solo eso, es hermosa.

—Sí, pero las apariencias engañan.  

Lamí mi helado y suspiré.

—Lo sé, pero hay algo en ella que me llama la atención.

 —¿Sus zapatos? —ladeó su cabeza.

Miré nuevamente a la castaña, ella reía abiertamente mientras jugaba con un trozo de servilleta.

—No, otra cosa, es como una conexión.

 —Síp, realmente estás loco. —rió, haciéndome reír con el.

Por un momento me olvidé de aquella chica, solo reí y conversé con Ryan, cuando nuestros helados ya estaban acabados, decidimos volver a casa, nos paramos de nuestros asientos, miré hacia donde anteriormente estaba aquella chica, pero ya no estaba ahí.

Bajé mi cabeza decepcionado, caminé así hasta la salida, haciendo que tropezara con algo, o más bien, alguien.

Pero eso no fue todo, choqué con aquella persona, haciendo que ésta se fuera hacia atrás, sus piernas chocaron con el borde de la pileta, perdió el equilibro y cayó.

—¡Oh dios mio, lo siento tanto!  —me acerqué a la pileta y estiré mi mano.

Una pequeña mano rozó la mía, bajé mi cabeza para observar a la persona y me encontré con unos hermosos ojos marrones.

La chica de las vans. 

HEY, perdón por la tardanza. ¡justin se nos enamoró, ah! 

gracias por todos los votos y comentarios, se los agradezco de corazón *inserta emoticón de corazones* uh, solo eso.

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