Un Lobo Y Su Loba Al Amanecer

05

1 semana había pasado, y Fulgencio estaba seguro de varias cosas.
Una, estaba enamorado de Nahuel.
Quería que lo hiciera suyo, quería ser su omega y que lo marcara en el monte.
Dos, Nahuel era un celoso de primera, de esto se dio cuenta cuando un árbitro empezó a coquetear con él a medio partido, de pronto Nahuel le empezó a gritar al árbitro y estuvo a nada de agredirlo si no hubiera sido por que lo expulsaron.
Tercera, no hay tercera.

Estaban entrenando como de costumbre, y en un descanso que les dieron, Fulgencio fue a buscar su botella de agua, misma que había comprado gracias a un catálogo de betterware.

"Hace calor, eh?" Pudo reconocer la fastidiosa voz de su compañero atrás suyo.

"Ah, sí. Mucho" Fulgencio respondió con indiferencia, empezaba a sentirse incómodo.

"¿Qué tal si nos vamos a calentar a otro lado, fulgencito?" Aquino había empezado a acorralarlo y lo tomó del hombro

"Ah, que calor, ¿Qué tal si te prendo a golpes, Aquino?" Su ángel de la guarda, su Nahuel, por fin llegó a rescatarlo

"No sabía que también sabían pelear los entrometidos" Aquino se volteó hacia Nahuel, cerrando el puño

"Metida te voy a dejar esta en el-" No pudo terminar, Aquino le dió el primer golpe y en la cara.

"Lo suponía, no puedes parar goles, mucho menos los golpes" Para este punto, Nahuel ya estaba harto de Aquino y empezó a darle golpes al azar, lleno de ira, no soportaba verlo coquetear con Fulgencio, duró así lo que pareció una eternidad, aunque en realidad habían sido menos de 20 segundos.

"¡Ya déjalo Nahuel, ya está sangrando!" Fulgencio por fin habló, asustado de las reacciones de su compañero

"¡Yo hago lo que me dé la gana! ¡Me importa un pico lo que le esté pasando por que el aún sigue coqueteando contigo aun cuando sabe lo que a mí me pasa al verlos juntos! ¡Tú debes ser mío!" Nahuel estalló, Fulgencio salió corriendo de lo asustado que estaba, además, no sabía que hacer o decir en base a las últimas palabras que Nahuel le declaró.

¿En serio sentía eso por el?
No, debería de ser muy bueno para ser verdad.