04

1 0 0
                                    

"Ho- hola" Raymundo se acercó a mí después de el entrenamiento; para este punto estábamos en los vestidores y ya se habían ido casi todos

"Hola chiquitin" lo miré y sonreí al ver como se sonrojaba

"¿Cómo estás? Venía a preguntarte acerca de lo que sucedió hace rato... ¿qué fue eso?" Noté la confusión en sus palabras, pero hubo un brillo en sus ojos que no me pude quitar de la cabeza

"Mira, no fue nada, pero por si cualquier cosa, no te acerques mucho a Aquino... es una perra engreída"

"Oh, está bien... quería ver si no quieres venir conmigo a mí casa, ya sabes, para conocernos mejor y, claro, que me cuentes mas del equipo."

"Claro que me gustaría, ¿nos vamos juntos?"

"Está bien"

El camino no fue tan largo, así que llegamos rápido, tuvimos una platica normal y de vez en cuando le coqueteaba, causando que Fulgencio intentara cubrir sus sonrisas y sus sonrojos.

Un Lobo Y Su Loba Al AmanecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora