El Pavo Real y su Carnicero.

Capítulo 5: Pedir comida para llevar.

Después de ver la película bajo las sábanas y de agotar el último rollo de papel en la mesita de noche, Kong Qiao yacía perezosamente en la cama, aliviando el regusto de la película. Su mente estaba momentáneamente vacía, con las imágenes del fornido cuerpo del operador en la película y los robustos brazos desnudos del carnicero que vio al comprar carne, superpuestos, haciendo que sus mejillas se sonrojaran.

Después de descansar un rato, el estómago de Kong Qiao comenzó a gruñir.

No tenía ganas de cocinar, así que abrió la aplicación de comida para llevar y pidió algo para comer, especificando que lo quería poco picante y con poca cebolla. Mientras esperaba, pasó un rato viendo videos cortos. Cuando sonó el timbre, finalmente se levantó de la cama.

En casa, Kong Qiao vestía de manera más relajada que cuando estaba fuera, pero como un chico virgen con buen gusto, incluso su ropa de dormir no era demasiado informal. Se ponía una camisa que compró de más durante un coqueteo con un colega masculino en el pasado. En ese momento, tenía un deseo secreto, pensando que si algo pasaba con su colega, podría interpretar un juego de roles interesante en casa, usando la camisa de novio.

Sin embargo, la realidad fue cruel.

El colega masculino resultó ser un chico infiel que coqueteaba con varias colegas al mismo tiempo. Cuando Kong Qiao se dio cuenta, casi vomitó la cena de la noche anterior de la repugnancia.

Afortunadamente, Kong Qiao no llegó a nada con él. Kong Qiao es un poco obsesivo con la limpieza mental y solo desea un tipo de amor en el que ambos estén completamente satisfechos el uno con el otro. Pero en esta era de amores rápidos, esta expectativa puede parecer inalcanzable.

Después de tantos años, Kong Qiao está un poco desencantado. Incluso ha pensado en rendirse y encontrar un chico fuerte y dominante para satisfacer sus necesidades físicas, pero hasta ahora, no ha dado el paso.

Ding dong, ding dong.

Mientras Kong Qiao se ponía la ropa apresuradamente, el timbre sonó varias veces. "¡Ya voy!" Respondió en voz alta. Pero al abrir la puerta, no había nadie afuera, solo se escuchaban los pasos apresurados bajando las escaleras. La voz fuerte del repartidor de comida resonó en el pasillo, "¡Señor, estoy apurado! ¡La comida está en tu puerta ahora!".

Kong Qiao se quedó sin palabras y volvió a ponerse correctamente los zapatos que se puso apresuradamente.

Debería haberlo dicho antes.

No se había abrochado la camisa todavía. Mientras escuchaba los apresurados pasos alejándose en el pasillo, suspiraba pensando en lo difícil que es ganar dinero para todos. Aprovechó para abrocharse los botones mientras se apoyaba en la puerta, con la puerta medio abierta, la suave brisa primaveral entraba por la pequeña ventana del pasillo, haciéndolo bostezar con los ojos entrecerrados.

El pasillo se quedó en silencio después de que el repartidor de comida se alejara, pero no pasaron ni treinta segundos antes de que se reiniciaran los pasos subiendo las escaleras.

Kong Qiao se sintió intrigado, «¿acaso el repartidor se había equivocado y volvía para corregirlo?»

Pero después de escuchar dos pasos más, se dio cuenta de que estos pasos eran más lentos y pausados, claramente no tan apresurados como antes. Kong Qiao pensó que debía ser otro residente del edificio.

Con casi una decena de botones en su camisa, Kong Qiao, impaciente, decidió no abrocharlos todos, solo los primeros en el pecho. Se inclinó para recoger su almuerzo.

Sin embargo, al abrir la puerta, Kong Qiao no se dio cuenta de que no llevaba pantalones cortos.

Después de todo, la camisa era lo suficientemente grande como para cubrir hasta la mitad de sus muslos, y siendo un hombre, no le preocupaba mostrar mucho. Pero él no sabía que, para la persona que acababa de subir las escaleras y toparse con el repentinamente, se vería como si no llevara ropa.

El cuello de la camisa era demasiado grande, y al agacharse, se podía ver claramente su torso desnudo y blanco. Dos puntos de color rosa pálido se destacaban entre las dos superficies blancas, atrayendo instantáneamente toda la atención. Con el dobladillo de la camisa subiendo, también se revelaron sus piernas sin restricciones.

A diferencia de las piernas musculosas típicas de los hombres, sus pantorrillas eran bastante delgadas, pero las piernas superiores tenían un poco más de carne, invitando a ser apretadas y amasadas.

Alguien inhaló fuertemente.

Las orejas de Kong Qiao se movieron y, al levantar la cabeza mientras agarraba su almuerzo, se encontró con un par de ojos oscuros y algo familiares.

"¡...!"

La persona con la que soñó anoche y pensó esta mañana, de repente estaba frente a él. Kong Qiao pensó que estaba alucinando y retrocedió nerviosamente un paso.

Pero Tu Lian malinterpretó que esta persona le tenía miedo, y sus ojos se oscurecieron por un instante. Kong Qiao no se dio cuenta de que tropezó con el umbral detrás de él y estaba a punto de caer hacia atrás. Su corazón casi le llega a la garganta, pero un abrazo mezclado con el olor a humo y sudor lo atrapó y lo puso de pie nuevamente.

"Ten cuidado", dijo Tu Lian mientras con la mano libre salvaba a la persona que estaba a punto de caer, pero inesperadamente tocó la suave parte que tanto deseaba. Cuando Tu Lian se dio cuenta de lo que había tocado, su cuerpo se tensó.

"G-Gracias". Kong Qiao se estabilizó y se dio cuenta de que la persona frente a él no era una ilusión.

Agradeció torpemente, pero su cuerpo se puso rígido en un abrir y cerrar de ojos. Su corazón latía tan rápido que casi salía de su garganta.

Y hay una muy buena razón.

En este momento, la mitad superior de su cuerpo estaba prácticamente pegada al carnicero frente a él, con las manos apoyadas en el fornido pecho del hombre. Y la mitad inferior, sus piernas desnudas, también estaba completamente pegada al pantalón del hombre. Lo que le impedía moverse más era...

Su trasero, su delicado trasero bien cuidado...

¡tenía una mano apoyada!

Y esa mano aún sostenía firmemente la carne de su trasero.

¡Boooo hooooo!