Ultraviolence

SEOKJIN

Nunca creí que me fuera a dejar, jamás imaginé que iba tener el valor de irse, verlo de blanco caminando al altar junto a mi nunca fue una visión que tenía en el futuro para el, lo quería allí temiendo, miserable, sufriendo por mi.

Deseándome, viéndome con esos ojos de oscuros tristes pero que me volvían loco, desde joven era así, todo en el me envolvía, cómo caminaba, hablaba con tanta seguridad cómo si esos
Hombres no lo hubiera jodido desde joven, el
No tenía vergüenza ni pesar por trabajar con hombres, más bien parecía... aburrido.

Tan aburrido hasta que yo llegaba y ambos sentíamos la misma excitación, mojaba sus labios con su lengua haciéndome  hacer lo mismo, el quería arrancarme la ropa y yo quería joderlo enfrente de todas y todos, que solo fuera mío, aunque yo no fuera de él, era lo justo no?

Porque no? El hizo que mi padre dejara a mi madre, por su culpa y la de la puta de su mamá mi madre está muerta, después le quito el
Puesto a su madre, el jugó conmigo, sabía que era mío, sabía que yo lo tenía para mi y me traicionó! Hizo que mi padre me odiara! Me despreciara los últimos momentos de mi padre fueron odiándome por el veneno que él sembró en mi padre, para que? Para que maldita sea Hoseok!?

Para asesinarlo... y enfermarme más.

Pasado

Tuve suficientes peleas con mi padre por esos meses, muchas de ellas sospechaba que eran por Hoseok pero no tenía pruebas, solo parecía que mi padre no quería que me acercara al doncel hasta me pidió "madurar" e irme de la casa, prácticamente echándome de ella, lo hice, igual tenía que trabajar en una clínica de la ciudad y tenía que seguir ayudando a Nam.

- Hey Jin.

- Dime- respondí mientras dividía las recetas y fármacos que nos pedían.

- Olvidé darle a Set estos documentos de los
Soldados cuando vayas a casa de tu padre se los puedes dar?- Los tome revisándolos eran las horas trabajadas y cantidades para los pagos, Hoseok era bueno administrando el
Dinero de la comunidad y haciendo los pagos, los dejé a un lado siguiendo mi trabajo.

En la tarde volví a casa de papá, toque la puerta pero nadie abrió, ya no me sentía bienvenido ni que era mi casa, pero abrí la puerta con mis llaves igual no iba pasar a saludar luego enviaría un mensaje a Hoseok, cuando lo escuché, eran sonidos claros que no me eran indiferentes cuando los seguí hasta el cuarto de Papá, la puerta estaba abierta seguros que yo no los iba molestar, un prenda interior estaba en el suelo era de Hoseok y al acercarme más, la escena que me persigue hasta el día de hoy, ver a mi anciano padre amarrado a una cama de madera con un doncel de cabello corto montándolo con destreza, No se que fantasía le pidió Shin a Hoseok para tenerlo en una falda negra pequeña y sin camisa jodiendolo, me sentí un pervertido por verlo coger con mi propio padre y tener una erección en mis pantalones, pero fue peor cuando eyacule al verlo besarlo para después clavar un cuchillo en su cuello una y otra vez mientras aún se empalaba en el, había visto asesinatos, los había ejecutado, el snuff era algo de novatos para mi en ese entonces y ahora, pero verlo dolió, dolió en mi cabeza, en mi pecho, en todo lo que creí que estaba bien para mi.

Esta La razón por la cual no quiero que escape de este infierno en el cual me metí, el tiene que sufrirlo conmigo, cuando hubo terminado parecía tranquilo en paz hasta sonrió al techo con su cuerpo cubierto en sangre, hubiera sido bueno haber quemado esa noche dos cuerpos, era lo correcto, pero no.

- Ah! suéltame! - Lo arrastre fuera de la
Casa, el dejo de pelear cuando lo tome del
Cabello, mi pecho bombeaba con locura y para mi desgracia empezó a llover, tiré a Hoseok de rodillas al suelo, el me sonrió como si se estuviera despidiendo de mi, no, tú no me vas a dejar, no después de lo que haz echo, de lo que provocaste en mi.