Chapter 3

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Después de esa noche, no pude parar de pensar en Bada. ¿En serio le importaba o haría eso con todos? Tantas preguntas rondaban por mi cabeza que solamente me concentré en dormirme, quería despabilarme.

Al día siguiente, no me quería levantar, tenía demasiada resaca.

— ¡Mi-Suk, arribaaa! — Exclamó Isa, tirándose encima mío.
Solté una queja y la abracé cómo si se tratase de un peluche.

— Quedémonos así. — Le dije con una voz ronca al estar recién levantada. Segundos después, sentí cómo alguien me tiraba de la oreja. — ¡AU! — Exclamé adolorida.

— Levántate antes de que te de una buena patada en el culo.— Dijo ahora mi mejor amiga, Taeyoon.

— Ya voy, agresiva. — Comenté mientras reía.
Una vez levantada, me di una rápida ducha, me puse mi ropa, la cual consistía de un top de tirantes, un jogging, un buzo oversized y mis zapatillas de baile y me puse un poco de maquillaje tanto cómo rímel, corrector, iluminador en los pómulos, nariz y lagrimal y, finalmente, un poco de rubor. También me puse un bálsamo labial para que mis labios no se resequen.

Una vez lista fui a la sala de ensayo para practicar para la pelea que se aproximaba, la que ahora era en grupos, pero sin antes pasar por la cafetería a comer algo, ya que si hacía ejercicio sin nada en el cuerpo me bajaría la presión y terminaría tirada en el piso.

Cuando entre a la cafetería visualicé a Bada tomando un café, por lo que la saludé con una sonrisa, gesto que ella ignoró completamente. Hice una mueca algo extrañada, ¿qué le pasaba? anoche me había salvado y hoy estaba así. Quizás tenía razón, quizás era una cualquiera para ella.

Dejé salir un suspiro y compré un café para tomarlo rápidamente y dirigirme a mi sala de ensayo, sin antes dedicarle una mirada a Bada.

En el camino, me choqué con alguien, tirando todo mi café.

— Perdón, perdón. No veía por donde caminaba. — Le dije apenada mientras me acercaba para ver si se había manchado.

— No te preocupes, princesa. — Me respondió aquella chica extraña. Ya la había visto antes, si no me equivoco era de 1MILLION.

Me sonrojé ante aquel apodo y le sonreí levemente mientras levantaba aquel vaso de café, el cual ahora solo era un vaso de cartón vacío.

— ¿Quieres que te compre otro? — Preguntó la chica, la cual mantenía su mirada en mi.

— No, gracias. No quiero que gastes tu dinero en mi, sabiendo que soy así de torpe puedo llegar a tirarlo otra vez. — Dije entre risas, aquellas risas contenían nervios.

La mujer solo sonrió y extendió su mano hacia mi.

— Redy. Un gusto, princesa. — Se presentó mientras me sonreía.

— Mi-Suk, encantada. — Dije mientras le aceptaba la mano y nos saludábamos. — Si me disculpas, necesito ir con mi tripulación, deben estar gritando que no estoy. — Ella solamente asintió, por lo que salí corriendo, dirigiéndome hacia mi sala de ensayo.

Cuando llegué todas empezaron a quejarse y gritarme ya que había llegado tarde a nuestro primer ensayo grupal.

— Lo sé, lo sé, perdónenme. ¿Qué tal si hoy las saco a comer para que me perdonen? — Sugerí, intentando convencerlas.

— Sólo si hay Soju. — Dijo Raquel, apoyándose en mi hombro.

Reí ante su comentario y asentí.

— Va a haber mucho Soju solo para nosotras.

My little Demon - Bada Lee.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora