El puente de las luces

Para los que creen que las medias noches, 

son mágicas y inesperadas...

...

Mi madre me había hablado alguna vez de un misterioso puente que se aparecía cada primero de diciembre a medianoche y desaparecía el 31 de diciembre. Ella decía que muchas parejas ahí se habían conocido y que la relación nunca se daba.

En algún momento pensé que era una historia boba, de esa que le cuentan a los niños como los espíritus de la navidad o la de un monstros que se lleva a los niños que se portan mal.

Jamás pensé que algo asi me pasaría a mí, un primero de diciembre, a media noche, sentada en aquel puente solo porque me gano la curiosidad.

Las luces adornando los árboles, parecía que los árboles crecieron con esas luces, el puente brillando con pequeñas luces y el olor del agua estancada y de aquel pequeño árbol de jazmines que trasmitían un olor hermoso.

Ahí esa media noche, entendí lo que era el amor.

Vestida con un vestido verde con flores y largo, un cárdigan por el frio y ese lazo en mi cabeza. Mi sonrisa de lado a lado, te acercaste y me hablaste tan tímido: "no había visto una sonrisa tan hermosa en años"

Yo solo pude reír, por que las cosas eran extrañas. Éramos dos extraños en un mismo sitio y me decías esas cosas...

"perdón..."te disculpaste, porque sentías que era muy atrevido, pero en ese preciso momento, supe que serias lo mejor que me había pasado en esa media noche.

Esa noche... vestido de con una camisa blanca sin mangas, pantalones rotos y una chaqueta color negro... yo todo lo contrario y tu todo lo contrario a mi.

Esa media noche también supe que serias mi perdición.

Una dulce y peligrosa perdición...

Desde esa media noche, todas las siguientes hablamos en ese mismo puente, dijiste que era tu escapatoria de tu mundo y aunque quería saber de tu mundo, nunca pregunte. No quería meterme en esos asuntos. Solo quería hablar contigo.

Cada noche llevaba un lazo nuevo y cada media noche tu me lo quitabas... decías que eran recuerdos. Que eran hermosos recuerdos de cómo me veía cada media noche. Y yo... yo solo te pedía que sonrieras...

Porque ese era mi recuerdo más hermoso.

No te gustaban las fotos, pero te encantaba tomarme fotos a mi.

No te gustaba el algodón de azúcar, pero te encantaba complacerme.

No te gustaba mi música, pero aun así la escuchabas.

No te gustaba el color verde, pero decías que, en mí, era el color más hermoso de todos.

Aun me acuerdo de ese 12 de diciembre, en las calles se escuchaba una pequeña música de alguna fiesta y me acuerdo de que estabas sentados en aquel puente y me abrazaste y cantaste mi canción favorita de la cantante que menos te gustaba.

Please don't be in love with someone else

Please don't have somebody waiting on you

Please don't be in love with someone else

Please don't have somebody waiting on you

Pensé que solo te acordabas de esa parte y por eso la cantabas. Pero no me imaginaba que era por otra cosa...