Unexpected | Chaennie ✓

OO8

Lalisa miraba incrédula a su mejor amiga. Esta le había contado todo, desde su presentación hasta la leyenda. Y la verdad estaba emocionada, su mejor amiga tenía una historia muy emocionante que contar.

 Y en cierta parte amaba que fuera una Omega. Así podía seguir cuidándola y no al revés.

 - Así que. En vez de dar una marca, la recibiste - a pesar de que Lisa también tenía una, no pudo evitar el tono burlón que salió de su voz. 

- Si, ¿Y sabes? Lo prefiero así. Me sentía incómoda pensando en que yo sería una Alfa, fue un alivio saber que soy Omega, aunque algo extraño en el momento. 

Rosé mastico tranquilamente la manzana que traía en su mano. 

- Y, ¿Hay una posibilidad de cachorros? - Sonrió - Amaría ver unos mini-Rosies correteando de un lado a otro - Lisa amaba a los niños, pero al ser una beta, no podía tenerlos de forma natural.

El alquilar un vientre o la adopción, era algo a lo que tendría que recurrir en cuanto quisiera ser madre.

Rosé abrió sus ojos, demasiado. Se le había olvidado completamente. Ella no sabía sobre la opinión de cachorros en Jennie, pero creía que no le gustaría para nada. ¡Tenia solo 16 años joder! ¡Aun era una menor de edad! Ella por lo menos, ya había cumplido los 18.

Aunque en los cambia formas tener cachorros a esa edad era completamente normal si era con tu destinada.

Si era con un desconocido o otra cosa, se tenía muy mal visto. 

Pero a pesar de ser normal, muchos no querían tener cachorros tan jóvenes, pues eran adolescentes en su lado humano después de todo. Pero después de tenerlos, sus instintos paternales salían a flote, y olvidaban todos esos pensamientos.

Pero eso pasaba siempre que ellos estuvieron presentados, y los Alfas, siempre solían tener 18 años o más, Jennie recién tenía sus 16. Literalmente, seria la primera Alfa madre de esa edad. 

Con una expresión asustada miró a su mejor amiga. Esta la miraba con una sonrisa que desapareció al ver su expresión.

 - Dios, se me había olvidado por completo - sus manos fueron hacia su rostro, tapando su cara en modo de desesperación - Jen es muy joven para ser madre.

 - Aún que sea joven, no sabes si ella quiere ser madre o no. Aunque no quiera, está en su instinto, así que no temas - Lalisa se acercó hacia su mejor amiga, abrazándola para reconfortarla. Al ser una beta, no podía soltar feromonas para que la Omega se relajará, pero su presencia funcionaba bastante. Lo supo al sentir el cuerpo de Rosé menos tenso.

 Y Rosé, aún con los brazos de su mejor amiga rodeando su cuerpo, decidió algo. 

Esta tarde hablaría con su Alfa.

•

Roseanne y Jennie estaban sentadas en la cama de su ahora departamento. Al ya estar marcadas, se habían ido a vivir juntas, con la condición de que sus madres las visitarían seguido para ver cómo se encontraban.

Rosé ya le había contado a Jennie sus preocupaciones sobre el embarazo, y esta se encontraba en silencio, asustando a la pobre Rosé.

 - Eres muy joven, Jendeukie. No quiero que te sientas obligada a tener cachorros por instinto, yo quiero tenerlos porque ambas los queramos y- - no pudo continuar. Jennie la estaba abrazando. Esta había reaccionado con las palabras de su Omega.

 - Rosie, yo seré la mujer más feliz del mundo si me das cachorros. No importa la edad. Además. Si yo hubiese sido la Omega, también tendría la misma edad. No por ser Alfa no tengo que ser madre joven. Nosotras rompemos las reglas y creamos las nuestras,- Roseanne había comenzado a llorar por las palabras de su Alfa, era tan linda con ella, desde que tenía memoria. Jennie con delicadeza, saco las pequeñas lágrimas que corrían por las mejillas del más bajo, con sus dedos pulgares. Para luego besar sus párpados - Además... Yo no sufriré el parto - Dijo para alivianar el ambiente. 

Rosé le golpeó el brazo.

 - Auch - se quejó. Masajeando la zona golpeada.

 - Tonta - Y dicho esto, abrazo a su Alfa. Diciéndole que era una Alfa increíble y que la amaba demasiado por medio del lazo. 

Roseanne se sentía en el cielo. Le había tocado la mejor Alfa de todos.