A pesar de la excitación, hay nerviosismo entre ellos. Ambos pueden sentir el palpitar de sus corazones a todo lo que dá, como si fuese a estallar. Sus cálidas respiraciones frente a frente. La emoción es tan intensa que Miyo siente que desmaya en cualquier momento.
Lo que ocurriría ahora sería decisivo, la consumación de su matrimonio, o más que eso, un gran paso en el tipo de relación que habían tenido como pareja hasta entonces.
Ambos con sus ojos cerrados, concentrados únicamente en sus sensaciones. De repente, Miyo siente como si hubiera olvidado cómo respirar.Como pareja sin experiencia, sólo se guiaban por sus instintos, y claro por los consejos y comentarios de terceros. Vivir ese momento puede ser muy distinto del imaginario.
Miyo cerraba los ojos con fuerza, nuevamente intentaba juntar sus piernas de forma inconsciente, al parecer las sensaciones más el nerviosismo son demasiados.- Miyo, por favor abre las piernas.
Le dijo susurrante al oído como si tratase que sólo ella lo escuchara en la habitación que claramente estaba vacía salvo ellos dos. No quería que los ecos de su voz fueran captados ni siquiera por la luna ya escondida entre las nubes.
Kiyoka le dice que hacer para luego besarla en la frente, mientras guía sus muslos delicadamente con una de sus manos a la posición más favorable.
"Pareciera que tuviese experiencia" un pensamiento fugaz, viajó por la mente de Miyo, pero se fué tan rápido cómo llegó, sin más rodeos, sin alcanzar a generar algún malestar.
Es en ese momento que Kiyoka se detiene y acaricia su mejilla
- Miyo... Vamos, respira!
La mira con dulzura, conteniendo una pequeña sonrisa.
¿De verdad aguantó por tanto tiempo la respiración? ¡De un gran suspiro exhaló! Cómo si toda todo su cuerpo rígido se aflojara
- No quiero que te vayas al mundo onírico sin mi eh?
Le dice Kiyoka con una ceja arqueada, como si fuese una pequeña advertencia para un niño.
Miyo se vuelve a sonrojar pero no pudo evitar que aflorara una pequeña risa. Ambos sonríen con sus frentes unidas. Es una escena realmente tierna. El ambiente se relaja, al parecer ahora están más cómodos uno con el otro. Como si siempre la cercanía de sus cuerpos hubiese estado presente, tan cálida, tan familiar que se reconocen al instante. El deseo y la pasión no se han ido, Miyo está vez sabe que hacer, ahora con más confianza. ella quién es increíblemente tímida, al igual que una mariposa abre sus alas para recibirlo.El silencio nuevamente los envuelve, sólo se perciben el sonido de los grillos, alguno que otro insecto del jardín y un viento sutil que azota la vegetación. Ambos estaban concentrados como si de una meditación budista se tratase, sus ojos permanecían cerrados, pero kiyoka deseaba ver el rostro de Miyo, no quería perderse ningún detalle de su expresión o sus gemidos.
Sus respiraciones son profundas, pequeños quejidos casi imperceptibles que sólo ellos pueden oírse. Miyo es totalmente inconsciente de la fuerza con la que sus dedos se posan sobre la espalda ancha y firme de su amado. Como si de alguna forma intentara liberar un poco de tensión frente a esa ola de sensaciones desconocidas para su cuerpo que iba en aumento lenta y gradualmente. Llega un momento en que fue inevitable dejar salir un gemido el cual fue ahogado al instante por un beso profundo y efusivo, al mismo tiempo en que esa sensación desconocida aumenta de forma súbita llenando su bajo vientre, dejando notas dolorosamente placenteras.
De repente Miyo abre sus ojos, se observan, sus miradas delatan complicidad, las pulsaciones siguen en aumento, la respiración se torna irregular. Estuvieron unos segundos contemplando sus rostros sonrojados, ambos experimentando ahora la nueva sensación. La unión más íntima entre amantes.
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Luz de Luna en primavera
RomanceEsta historia se trata de la anhelada noche de bodas de nuestros protagonistas. ¿Qué pensaron ?¿Qué sintieron? ¿Cómo lo vivieron? Un relato íntimo y sensual. PD: El relato comienza sin contexto, seguido de unas frases propias del tomo 7 en la noche...