Parte Uno

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La pierna de Louis se movía incansablemente pegando con la punta de la suela de su zapato el suelo, estaba desesperado. Se encontraba en el mejor hospital de Londres, tenía el dinero suficiente para costear ello pero su mejor amigo, Liam, fue quién organizó esa cita, con la excusa de que "Louis jamás accedería a crear una cita por sí solo".

Liam quien aún tenía los 38 se burlaba de su amigo, después de todo Louis era la pauta para saber si aquellos exámenes eran tan horribles a como una vez les habían contado.

El aroma de aquella sala de espera era a un aroma limpio, pero a Louis ya le estaba provocando, los nervios estaban comiéndolo vivo, esperaba que no fuera un viejo desquiciado el que le atendería, no había visto jamás a ese médico y esperaba nunca verlo en su vida después de ese examen, ¿Cómo explicaría a sus conocidos que conocía al médico si alguna vez se lo encontraba? "Oh si, es sólo mi médico que me metió el dedo en el culo", no, jamás.

—Señor Tomlinson—. Habló la recepcionista en su dirección, este se levantó con piernas temblorosas caminando en su dirección.—El Doctor Styles le espera en su consultorio.

Louis escuchó las especificaciones y asintió comenzando a caminar hacia el lugar, de cierta forma sus pies se arrastraron pareciendo caminar más lento de lo que debería, quería encontrar una escapatoria, que alguien llamara diciendo cualquier cosa para salvarlo de esa cita, pero cuando estuvo frente a la puerta blanca con una placa "Dr. Styles", supo que estaba jodido.

Tocó un par de veces la puerta y escuchó un grito lejano dentro del consultorio de alguien que le daba acceso a entrar, la voz sonaba ronca y masculina, "Estoy jodido".

Entró con sumo nervios a la habitación y para su sorpresa estaba vacío el lugar, nadie dentro, una puerta se abrió de lo que parecía ser un baño y Louis pudo observar como una silueta alta y delgada salía, la bata blanca en combinación de una camisa azul cielo debajo con una corbata azul más fuerte le recibió, acompañada de un rostro perfectamente rasurado, ojos verdes brillantes y una sonrisa con hoyuelos marcados.

—Hola, soy el Doctor Styles—. Harry se acercó hasta él estirando su mano delgada hacia él para que le saludara de forma cortés, Louis la tomó de forma automática sintiendo lo delgados que eran sus dedos y lo suave que era su mano.—Tome asiento por favor.

No parecía ser viejo, era un crío, Louis no dejaría que ese niño le metiera los dedos en el culo, Louis se follaba a ese tipo de hombres, que lucieran delicados y pasivos de inmediato, jamás había sido follado y no dejaría que indirectamente aquel joven fuera el primero en meterle los dedos, aún sabiendo que era su salud, Louis era bastante terco.

Ambos sentados frente a frente, Harry fue el primero en buscar algo en su computadora y así miró al ojiazul.—¿Me dice su nombre?

—Louis William Tomlinson Lewis—. Harry asintió mientras tecleaba su nombre y así le miró de forma fija tratando de ser suave con el hombre, el rizado podía identificar que estaba tenso.

—Bien, señor Tomlinson, comencemos con el examen, primero que nada ¿Ha tenido familiares que hayan sufrido cáncer de próstata?

—No... No que yo sepa, pero no—. Aclaró Louis mirando a los ojos del hombre y apartando de vez en cuando su mirada, estaba nervioso y aquello fue algo que el rizado pudo identificar, después de todo no era el primer hombre que atendía.

—De acuerdo, cuando los hombres tenemos familiares que han sufrido de este cáncer, es requerido visitar al urólogo a los cuarenta, cuando no a partir de los 45 está bien—. Louis maldijo a Liam, le había adelantado su miedo, ¿podía levantarse y decir que ya no quería el examen?.—Pero me alegra que haya decidido venir, es mejor prevenir y así con suerte podrá venir a los cuarenta y cinco o quizá a los cincuenta.

Fear Of The 40'sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora