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Con el paso de los días, nuestra relación fue mejorando. A pesar de la incertidumbre que sentía, estábamos fuera de casa y teníamos que comportarnos como un verdadero matrimonio.

La joven se encontraba recostada en su cama, observando el techo mientras una maraña de pensamientos la asediaba. De repente, sonaron golpes en la puerta, lo que la llevó a levantarse y abrir.

—Disculpa que te moleste, pero saldré por un momento —dijo Nanami, ajustándose la corbata.

—Está bien —respondí—. No tienes que avisarme de nada. Luego, dirigí mi mirada hacia él.

Sin pensarlo, tomé la corbata y comencé a arreglársela. Noté cómo su mirada se posó en mí, sorprendida por mi gesto.

Nanami pareció volver a la realidad, sonrojándose de inmediato y apartando sus manos. Yo solo sonreí ante su reacción.

—Lo siento, me dejé llevar. . . —murmuró la joven, con el rostro aún coloreado.

El rubio tomó sus manos con suavidad y se acercó más a ella. Parecía que deseaba ocultar su propia vergüenza, evitando que él viera su rostro avergonzado.

—Aunque esto sea una farsa, quiero que sepas todo, todo —dijo con sinceridad.

—Ahora entiendo por qué eres el adecuado para esto. . . —asintió la joven.

—Gojo se hubiera ido sin mencionarte nada; él ama la soledad —comentó el rubio mientras se ajustaba las gafas.

—Tienes razón. Todo el clan es así —murmuré para mí misma.

Nanami simplemente coincidió con sus palabras. Sin más preámbulos, él le tomó suavemente la barbilla y le dio un tierno beso en la frente, dejándola atónita ante su acción. Ella llevó la mano a su frente, aturdida.

¿Me besó? Pero. . . quizás no debería emocionarme tanto.

Su mente comenzó a divagar, imaginando situaciones tanto cotidianas como inusuales, aunque sabía que ninguna de ellas se haría realidad.

—Nanami. . . —susurró ella con un aire de anhelo.

✶ . . . . . • ☆ • . . . . . ✶

Más tarde, Nanami llegó a casa y, al entrar, fue recibido por un agradable aroma que lo condujo hasta la cocina. Allí encontró a Yuu en pleno acto de cocinar, completamente ajena a su presencia.

— Solo espero que esto le guste. — murmuró emocionada, más para sí misma que en voz alta.

— Por supuesto que me encantará, Kuran. — respondió el rubio, esbozando una sonrisa.

El rostro de Yuu se iluminó de sorpresa al verlo, lo que provocó que se quemara la mano al distraerse. Ante eso, Kento se apresuró a su lado, tomando delicadamente su mano herida.

— Disculpa, no fue mi intención asustarte. — expresó con genuina preocupación, mientras comenzaba a atender la lesión.

— No te preocupes, fue culpa mía por no estar atenta a tu llegada. — trató de calmarlo Yuu, aunque en realidad era ella quien se sentía abrumada.

Él envolvió su mano con una venda, y Yuu lo observaba en silencio, consciente de que Kento se tomaba muy en serio la tarea que estaba realizando.

Por un lado, sabía que Gojo jamás haría algo así, pero tal vez solo era un momento en el que había decidido dejarse llevar.

— Toma asiento y déjame encargarme del resto. — sugirió él, ofreciéndole una sonrisa.

El director le había comentado que Nanami era una persona reservada y algo estricta; sin embargo, la realidad que se mostraba ante Yuu era diferente. Estaba descubriendo su lado más vulnerable. . .

No podía evitar mirarlo mientras él sostenía su mano con tanto cuidado. . .

𝕷𝖔𝖛𝖊 𝕮𝖚𝖗𝖘𝖊   ━━━  𝙉𝙖𝙣𝙖𝙢𝙞 𝙆𝙚𝙣𝙩𝙤  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora