- Preso.

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Izuku caminaba a paso lento por las desoladas e iluminadas calles de Japón.

Habían pasado por lo menos 2 días después de aquella pelea contra esa maldición se categoría especial.

Ni siquiera había atendido bien sus heridas después del combate, solo se la había pasado eliminando y eliminando maldiciones por aquí y por allá.

También logró detener a unos ladrones el día de ayer.

"Flashback".

El Peliverde ni siquiera sabía cómo seguía de pie.

Había logrado salir de aquella zona de combate vivo, estuvo por lo menos 30 minutos caminando a paso lento hasta llegar al centro de Tokyo, sabía que no podía tirarse en una banca cualquiera y dormir, ya que podría ocasionar problemas por su apariencia o por malos comentarios.

Decidió meterse a un callejón y pasar lo que quedaba de la noche allí.

- (Cómo... Cómo duele) - Fué lo que pensó el chico antes de dormirse.

El muchacho se despertó, los fuertes rayos anaranjados del solo lograron despertarlo, Izuku vió que ya era bastante tarde.

- Deben ser las 5 de la tarde más o menos... Igual no sé a qué hora salí de allá...

Se levantó y siguió caminando por los largos callejones. No quería que lo vieran.

Y así fue, el Peliverde estuvo desde las 5:20 hasta las 9 de la noche eliminando y eliminando maldiciones.

Izuku seguía caminando y caminando de aquí hasta allá, tal vez podría buscar comida en algún lugar y ver si comía, ya qué el pan que aquella señora le dió no era infinito.

Hora: 9:30 PM.

El enmascarado chico estaba caminando cerca de un gran banco, debía ser de esos a los que solo asistían gente de gran fortuna y dinero.

No le dió mucha importancia...

Hasta que...

Una explosión empezó a sonar, Izuku se alertó ante esto y se puso su máscara y bozal, y empezó a correr, le dolía todo el cuerpo, en especial las piernas.

El pecoso activó su Poder al 25% de su capacidad y saltó hasta el techo del banco, logrando ver qué un grupo de ladrones salía corriendo con un montón de bolsas llenas de dinero hacia una camioneta.
Deku no perdió el tiempo y salió detrás de ellos.

Cada paso que llegaba a dar era extremadamente doloroso, tenía un buen de heridas que aún ni siquiera habían sanado al completo.

Estaba tan desgastado que parecía que corría en modo automático.

- (Tengo... Tengo que detenerlos...)

Izuku reaccionó y de un salto llegó hasta el automóvil.

- ¿Que coño acaba de subirse? Oye, disparale.

- Entendido.

El asaltante sacó su arma y procedió a disparar al techo.

Izuku se quito como pudo para que las balas no lo alcanzaran, pero claro, las heridas limitaban algunos movimientos del chico, por lo que una de las balas logró impactar sobre su pierna izquierda.

El chico gimió del dolor, pero tenía que detener el carro de los ladrones rápidamente para ir a un hospital.

El conductor principal observó el retrovisor.

- Hechicero De Otro Mundo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora