-Que hermosos ojos tienes.
Esas palabras elevaron mi autoestima y me hicieron sentir hermosa.
Ahí estaba ella, mirándome a los ojos a través de los cristales de mis lentes, tan bella, tan dulce e inocente. Su simple halago me llevó a un sin fin de emociones, sentí mariposas en el estómago y lava en mis mejillas.
Ella era la chica más popular, y yo simplemente era yo la chica nerd. Fue la primera vez que nos miramos a los ojos, ojos que yo creía mi mayor defecto, tan negros como la noche y ni siquiera funcionan como deberían.
Yo odiaba mis ojos defectuosos y ella los amó desde el primer día.
Quien diría que ahora estaría a mi lado, en mi cama, desnuda como vino a este mundo, sus cabellos rubios esparcidos por mi almohada y mi brazo rodeando su cintura.
Es tan preciosa. La amo tanto. Amo tanto que ella me ame igual. A siete años de este primer recuerdo mis sentimientos por ella siguen igual de fuertes. Y lo seguirán siendo hasta el día de mi muerte.
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Recortes de mi Alma
RandomHoy comparto contigo pequeños escritos que son directamente recortados de un alma que vive envuelta en sentimientos, un alma que convierte un sentimiento en palabras y se deja llevar por el teclado.