El muérdago [Yatori]

El muerdago

Era una noche fría en las calles de Japón y mientras el dios callejero esperaba con ansias los regalos de este año una jovencita lo admiraba con ternura.

El año pasado la navidad fue muy extraña pero divertida, aún así Yato que inconforme con los 5 Yenes que santa le regaló rezaba internamente por qué este año pase el típico señor gordito con barba blanca como en las películas.

La media noche estaba cerca y los ojos del dios brillaban con anhelo, mientras tarareaba con un tono infantil y contenía la emoción.

Repentinamente un paquete cae del cielo, era una caja casi del tamaño de una caja de zapatos pero cuadrada sobre ella había una carta y bajo la carta había una pequeña nota en la que se leía
"Para Yukine de santa"

Yato emocionado corrió dentro de casa para alertar a todos de la llegada de sus obsequios solo para sorprenderse de que ya todos tenían sus regalos en sus manos. Excepto Yukine que lo regaño de inmediato por no dejarlo recibir su regalo.

Ahora dentro de la habitación el único sin un obsequio era el dios Yato, solo tenía la carta en sus manos, no había nada escrito por fuera así que solo la abrió por curiosidad, encontrando crueles palabras que destrozaron su corazoncito:

"Señor Yatogami le informamos que desafortunadamente usted ha entrado en la lista de los niños malos, se ha reportado que realiza grafitis en propiedad pública, le recomendamos promover su trabajo mediante otros medios...

Atentamente Santa Claus"

Los ojos de Yato antes brillantes por la emoción ahora de aguaron por la tristeza.

¡Encontraría a quien lo reporto y pagaría por los chismes mal intencionados!
.... Aunque pudo ser cualquiera...

Mientras divagaba la joven mitad ayakashi ayudaba a Yukine a abrir su regalo el cual era una nuera lámpara para su habitación.

Hiyori recibió productos exclusivos de Tono-sama entre ellos posters que no podrá pegar en su habitación pero que formarán parte de su colección divina.

Hiyori el notar el triste semblante de Yato se acerco para investigar lo que sucedía se asomo un poco y leyó aquella carta y de inmediato entendió el porque de la tristeza del ojiazul.

Decidida a animarlo lo tomo de la mano para guiarlo un lugar más apartado.

-Yato prepare un regalo para tí...-

Los colores volvieron a al rostro de joven dios.

Quien ilusionado busco con la mirada su obsequio.

De la nada Kofuku llega y los empuja bruscamente dentro de una habitación.

"Lo siento Hiyori, pero si no te daba un pequeño empujón no te atreverías"

... Se alejo risueña del lugar.

Hiyori algo desorientada saco una pequeña caja y se la entrego al dios. Este la abrió con impaciencia para ver qué contenía una esfera de nieve. Dentro de ella se podía apreciar un castillo rodeado por pequeños Kapipas y lo que hizo al dios sonreír de oreja a oreja fue notar que frente al castillo había una placa con el dibujo de una corona como la que llevaba en su habitual ropa deportiva.

El regalo que solo pretendía ser un pequeño detalle hizo que el chico se regocijara de alegría, se abalanzo para abrazar a su querida amiga mientras agradecía una y otra vez, Hiyori avergonzada y sonrojada hizo puños sus manos y le dio un golpe en las costillas.

Yato cayo de espaldas y cuando estuvo tumbado en el suelo sus ojos vieron inevitablemente el muérdago en la entrada de la habitación, se sentó rápidamente para ver a Hiyori con las mejillas aun teñidas de rojo, ahora el también estaba sonrojado.

"Esto definitivamente fue obra de Kofuku" pensó.

Se levanto, respiro y dijo:

-Lo siento Hiyori, fue un hermoso regalo, es como un santuario en miniatura con los Kapipas alabándome, ¡cuando sea famoso, amado y millonario creare mi propio Kapiland a imagen del del escenario en esta esfera!, quiero decir muchas gracias Hiyori hiciste que esta navidad sea especial.-

El color de las mejillas de la joven se había atenuado un poco, había notado que Yato vio por un momento aquel muérdago, esperaba que el tomara la iniciativa pero ya que no lo hizo no tenia mas opción que ir a la acción por si misma.

-Yato, la verdad no te traje aquí solo para darte tu regalo.... Yo misma colgué ese muérdago sobre la puerta...-

Fue el turno de Yato para enrojecer, pero no se comparaba con el rubor en el rosto de la semiayakashi que una vez tomo valor se fue acercando a paso lento donde estaba el dios Yato perplejo por aquella confesión.

Cuando se encontró justo frente a el, sus fuerzas flaquearon y le llego una oleada de vergüenza que la paralizo, lamentándose por dentro dirigió su mirada al rostro de su dios de la fortuna para notar que estaba tan colorado que parecía un tomate.

"Que tierno... no puedo retroceder ahora, pero..."

Superando su episodio de cobardía, poso sus labios sobre la mejilla derecha de Yato.

La timidez termino por arruinar sus planes asi que una vez terminada su "misión", huyo del lugar para calmarse.

Yato por su parte se quedo congelado en el momento y luego de que los latidos de su corazón de estabilizaran salió de la habitación para ver a todos compartiendo normalmente incluyendo a Hiyori que charlaba animada con Yukine.

Su rostro denoto un ligero tono de frustración, Kofuku reía para sus adentros divertida por la situación.

Luego de un rato, cerca de las dos de la madrugada Hiyori comenzó a sentirse somnolienta y callo dormida en la sala, tenia permiso de sus padres para quedarse en la casa de sus amigos y Kofuku ordeno expresamente que Yato la cargara a la habitación donde se quedaría.

Yato se dirigio sin quejas al sitio indicado con la semiayashi en brazos.

y entro de nuevo a aquella habitación, la habitación del muérdago, dejo a Hiyori sobre el futón ya destapado para proceder arroparla bien ya que esta época era excepcionalmente fría.

Se encontraba listo para irse y nuevamente vio a el muérdago esta planta parecía incitarlo a ser mas atrevido, apretó la mandíbula recordando el suave toque de los labios de Hiyori y luego su declaración.

"Yo misma colgué ese muérdago sobre la puerta..."

Volvió sobre sus pasos y se acerco a la doncella dormida, se preparo mentalmente pero débil cedió ante el impulso... beso la frente de Hiyori y salió de prisa de la habitación, no sin antes quitar el muérdago (por si las moscas).

Fue una navidad especial, pero se aseguraría de que el próximo año ambos estén preparados para un beso en los labios

Hiyori conmovida abrazo las sabanas e intento volver a dormir.
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Una Idea de esfera de nieve xd.
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Se me hizo algo tarde para publicarlo pero espero que lo disfruten, feliz navidad atrasada y fuerza para el nuevo año XD

Gracias por su tiempo...