Una mirada baja

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Aún recuerdo como cada vez que algún conflicto pasaba entre nosotros tú te acercabas lentamente y susurrabas a su oído, no importaba cuan tenebroso lucia Usa en esos momentos tú le susurrabas nunca pude entender lo que decías más escuchaba levemente lo dulce y apacible de tu voz, él te apartaba y te miraba con un ceño muy fruncido tú solo dabas unos pasos atrás con la mirada baja, algunas veces te decía que te fueras que luego hablarían del asunto y tus con tu pequeño y frágil cuerpo solo dabas unos pasos atrás, me dabas una mirada siempre tus ojos lucían caídos tan melancólicos, entonces recordaba el pasado cuado Hispania aún estaba vivo y nosotros bajo su poder cada vez que nos rebelamos contra él y éramos castigas tú aparecías detrás de él más siempre mirabas el suelo nunca nos mirabas por más de instantes efímeros, y antes de que Hispania dictara nuestros castigos tú jalabas levente sus mangas y él solo te miraba unos infantes y se inclinaba a escucharte igual susurrabas con aquella dulce voz poro en ese entonces sonaba tan dulcemente frágil y quebradiza, tenías miedo y aun así te enfrentabas a él, eso me enfadaba más de ti, tú no tenías ese espíritu guerrero, ese espíritu rebelde, aquel espíritu que había escuchado que era de tu padre no había nada de él en ti por eso aunque tú nos habías criado no podía sentir por ti otra cosa que odio, era lo único que podía sustituir aquel amor que alguna vez te tuvimos, crecimos viéndote tan servil y complaciente con ese hombre, no había nada de aquel guerrero estratega de ojos dorados que era su antecesor y eso me molestaba aún más porque lo único que podía ser medianamente parecido a la era esos ojos dorados, pero nunca se vieron como los ojos de un guerrero si no más como los de un cordero degollado, rápidamente salí de mi trance al sentir un fuerte golpe de Usa justo en el estómago solo pude sostenerme el estómago e inclinarme por el dolor

-Nunca más te vuelvas a acercar, me escuchaste inútil, no sé cómo no te has muerto todavía bastardo, si tan solo Perú no estuviera intercediendo por ti, debes agradecerle que aún puedes seguir, viviendo tu miserable vida

Tomo la mano de Perú que aún nos miraba asustada, detrás de él, siendo arrastrada por los pasos largos de Usa, que con sus cortas piernas no lograba igualar, entonces volví a recordar el pasado, después de susurrarle a Hispania te alejabas abrías tu abanico y ocultabas tus labios dándote una imagen muy débil y tan vergonzosa de ti, él siempre te sonreía y tú solo bajabas la mirada

-Mi pequeña~ Virreinato tranquilo gracias a tus dulces palabras, ellos no van a ser ejecutados, pero ahora necesito que... vayas a tu habitación a descansar, ya es muy tarde no te preocupes, ellos no morirían te doy mi palabra

-Está bien, entonces me retiro, le agradezco infinitamente que tomara mis palabras en cuenta, que tenga una noche tranquila mi señor

Te reverenciabas y luego te retirabas, era verdad nosotros no fuimos ejecutados más, algunas veces lo hubiéramos preferido antes que aquellos castigos tan crueles, pero nunca pude culparte por ti, es que aún estoy vivo y al parecer ahora pagas el precio por aquel carácter tan pasivo que te cargas.


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En otro lado mientras Perú era arrastrado por Usa al estacionamiento una sonrisa divertida apareció en su rostro, siempre le divertía mucho ver a ese maldito ser golpeado o insultado, ver su cara de dolor merecía la pena todo el esfuerzo que le ponía a comportarse como una mansa paloma frente a todos incluso frente a Usa, debe admitir que ahora es más difícil verlo de aquellas formas tan divertidas, antes solo debía darle ideas a Hispania de torturas muy divertidas en vez de matarlos podías hacer aquello o lo otro a veces mi voz se quebraba por las inmensas ganas de reírme, pero no podía, era verdad yo había criado a esos niños y aunque era muy joven en ese entonces di lo mejor de mí para que ellos fueran felices y como me lo pagaron al crecer esos mocosos se alinearon con el insoportable de Nueva España y sus estúpidas ideas de libertad que no tenían un futuro próspero, me repudiaron e insultaron yo solo les devolvía el favor, mi sonrisa se desvaneció dejando una expresión como si estuviera a punto de llorar justo a tiempo para cuando nos cruzamos con muchos representantes que me miraban con pena susurraban como me compadecían, pero se alegraban de que yo fuera aquella pequeña muñeca que aunque terminara un poco maltratada podía hacer que el estadounidense fuera más tragable, todos ellos solo me tienen lástima por su propia conciencia, pero igual de divertido tener tantos muñecos a los que podía causarles dolor con mi muñeco favorito del momento, bueno era momento de comenzar el espectáculo.

-Estrellitas por favor cálmate...me estás asustando mucho, tú no eres así, me estás haciendo doler

Notas

-Perú es siempre ha sido alguien que disfruta con el dolor ajeno

-Siempre quise hacer uno donde Perú fuera la antagonista, así que aquí está mi pequeño sueño

-En realidad ella quería mucho a aquellos niños y como lo dijo el de un amor tan grande solo puedes ser remplazado por odio

-Hispania sabia que esa niña disfrutaba el dolor desde que por accidente se enteró de que cuando aquella niña era pequeña le mordió la garganta de dos humanos y se regocijó con su dolor y sangre, desde ese momento se volvió aún más su favorita 

-Sabe que es alguien si mucho poder por eso le gusta ocultarse detrás de personas muy influyentes 

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