Reencarnado en BNHA con un ¿Parásito?

Un nuevo comienzo

Kira se despertó con un sobresalto. Había tenido una pesadilla horrible, en la que había muerto atropellado por un camión, y había visto su vida pasar ante sus ojos. Se levantó de la cama, y se frotó los ojos. Miró el reloj, y vio que eran las seis de la mañana. Era el día de la ceremonia de entrada a la Academia U.A., la escuela de héroes más prestigiosa del país. Kira había logrado entrar gracias a su esfuerzo y a su determinación, pero también gracias a un milagro: había reencarnado en el cuerpo de Izuku Midoriya, el protagonista de Boku no hero academia, un manga y anime que él conocía.

- ¿Qué me está pasando? - se preguntó, confundido. No entendía cómo había llegado a ese mundo, ni por qué tenía la apariencia de Izuku. Era un chico bajito, de pelo verde y ojos verdes, con unas pecas en las mejillas. No se parecía en nada al Kira que él recordaba, un chico normal y corriente, de pelo castaño y ojos marrones, que le gustaba leer manga y ver anime.

- ... - escuchó un sonido en su cabeza, que lo hizo sobresaltarse. Era un sonido metálico y frío, que le sonaba familiar.

- ... - repitió el sonido, insistente.

- ¿Quién eres tú? - le preguntó Kira, asustado.

- Yo soy... tú. - respondió el sonido, con curiosidad.

Kira bajó la vista, y vio que su mano derecha tenía una boca y unos ojos, y que se movía por sí sola.

- ¿Qué eres tú? - le preguntó Kira, confundido.

- Yo soy... un parásito. - dijo el sonido, con naturalidad.

- ¿Un parásito? - adivinó Kira, recordando el manga y el anime de Parasyte, donde el protagonista también tenía una mano que le hablaba.

- Sí, un parásito. - asintió el sonido, con calma.

- ¿Y qué quieres de mí? - le preguntó Kira, nervioso.

- Nada. No quiero nada de ti. - negó el sonido, con seriedad.

- ¿No quieres nada de mí? ¿Ni siquiera mi cerebro? - le preguntó Kira, incrédulo.

- No, no quiero tu cerebro. No puedo alcanzarlo. - negó el sonido, con sorpresa.

- ¿Entonces por qué estás aquí? ¿Qué te ha pasado? - le preguntó Kira, curioso.

- No lo sé. No recuerdo nada. Solo sé que estoy unido a ti, y que no puedo separarme. - se encogió el sonido, con tristeza.

- Vaya, lo siento. Debe ser duro. Eres un parásito recién nacido, que no sabe nada del mundo, ni de sí mismo. - le explicó Kira, con compasión.

- Sí, es duro. Pero también es interesante. Quiero saber más. Quiero aprender. - asintió el sonido, con emoción.

- Bueno, no te preocupes. Yo te ayudaré a aprender, y a adaptarte. Te enseñaré a hablar, y a entender. Te contaré sobre este mundo, y sobre mí. Te llamaré Migi, como el parásito del manga y el anime. ¿Te gusta ese nombre? - le propuso Kira, con amabilidad.

- Sí, me gusta. Es un buen nombre. ¿Y tú cómo te llamas? - asintió el sonido, con alegría.

- Yo me llamo Kira. Bueno, en realidad no. Ese era el nombre que tenía en mi mundo. Aquí me llamo Izuku, pero no me gusta. Prefiero que me llames Kira. - le dijo Kira, con sinceridad.

- Está bien, Kira. Me gusta tu nombre. Es diferente. - sonrió el sonido, con orgullo.

Kira no sabía qué pensar. No sabía si confiar en Migi, o si temerle. No sabía si aceptar su presencia, o si rechazarla. No sabía si era una bendición, o una maldición. Solo sabía que su vida había cambiado para siempre, y que tenía que enfrentarse a un nuevo comienzo.

Se levantó de la cama, y se vistió con el uniforme de la U.A. Se miró al espejo, y vio a un extraño. No se reconocía a sí mismo. Pero tampoco se rendía. Tenía una oportunidad única, y no la iba a desperdiciar. Iba a convertirse en un héroe, y a usar su Quirk para el bien. Su Quirk, que nadie más tenía. Su Quirk, que era Migi.'''