Reencarnado en BNHA con un ¿Parásito?

Primer día de clases (2)

Bakugo se acercó a Kira, y lo miró con desprecio.

- Oye, Deku. ¿Qué haces aquí? ¿No te habías rendido ya? ¿No te habías dado cuenta de que eres un inútil sin Quirk? - le dijo Bakugo, con burla.

Kira lo miró de vuelta, y sintió una mezcla de rabia y rencor. Bakugo era la persona que más odiaba en el mundo, y no solo por lo que le había hecho a Izuku. Kira odiaba a Bakugo porque era un matón, un arrogante, un violento. Kira odiaba a Bakugo porque era todo lo contrario a lo que él quería ser como héroe. Kira odiaba a Bakugo porque le recordaba a su antiguo mundo, donde la gente era cruel y egoísta.

- No me hables, Bakugo. No me molestes, Bakugo. No me explotes, Bakugo. - le dijo Kira, con odio.

- ¿Qué? ¿Qué me has dicho, Deku? ¿Acaso tienes valor para hablarme así? ¿Acaso tienes algún Quirk que te respalde? - le dijo Bakugo, con ira.

- Sí, tengo un Quirk. Un Quirk que tú no conoces, que tú no entiendes, que tú no puedes explotar. Un Quirk que es mejor que el tuyo, que es más fuerte que el tuyo, que es más único que el tuyo. - le dijo Kira, con desafío.

- ¿Ah, sí? ¿Y qué Quirk es ese, Deku? ¿Qué puede hacer? ¿Qué aspecto tiene? - le dijo Bakugo, con curiosidad.

- No te lo voy a decir. No te lo mereces. No te lo voy a mostrar. - le dijo Kira, con orgullo.

- ¿Ah, no? Pues yo te lo voy a hacer decir. Te lo voy a hacer mostrar. Te lo voy a hacer explotar. - le dijo Bakugo, con violencia.

Bakugo extendió su mano, y activó su Quirk. Una chispa salió de su palma, y se convirtió en una llama. Bakugo apuntó a Kira, y se preparó para lanzarle una explosión.

- ¡Bakugo, detente! ¡No le hagas daño a Izuku! ¡No uses tu Quirk en el salón! - le gritó una voz, que venía de la puerta.

Era Tenya Iida, el chico que podía correr a gran velocidad. Iida había entrado al salón, y había visto la escena. Iida era un chico serio y responsable, que seguía las reglas y respetaba la autoridad. Iida se interpuso entre Bakugo y Kira, y levantó su brazo, como si fuera un escudo.

- ¡Iida, quítate de en medio! ¡No te metas en esto! ¡Esto es entre él y yo! - le gritó Bakugo, con furia.

- ¡No, Bakugo, no me quitaré de en medio! ¡Me meteré en esto! ¡Esto no es entre tú y él, esto es entre tú y la U.A.! - le gritó Iida, con firmeza.

- ¿Qué? ¿Qué quieres decir? ¿Qué tiene que ver la U.A. con esto? - le preguntó Bakugo, con confusión.

- ¡Todo, Bakugo, todo! ¡Estamos en la U.A., la escuela de héroes más prestigiosa del país! ¡No podemos comportarnos como villanos, sino como héroes! ¡No podemos usar nuestros Quirks para atacar, sino para proteger! ¡No podemos violar las normas, sino respetarlas! - le explicó Iida, con pasión.

- ¡Bah, qué sabrás tú! ¡Eres un estirado, un aburrido, un aguafiestas! ¡No tienes ni idea de lo que es ser un héroe! ¡Un héroe es el que gana, el que domina, el que explota! - le replicó Bakugo, con desdén.

- ¡No, Bakugo, no! ¡Estás equivocado, muy equivocado! ¡Un héroe no es el que gana, el que domina, el que explota! ¡Un héroe es el que ayuda, el que coopera, el que salva! - le rebatió Iida, con vehemencia.

- ¡Ja, ja, ja! ¡Qué risa! ¡Qué ingenuo! ¡Qué débil! - se burló Bakugo, con sarcasmo.

- ¡No te rías! ¡No me subestimes! ¡No me provoques! - se enfadó Iida, con dignidad.

Los dos se miraron fijamente, y se tensaron. Estaban a punto de pelear, y de usar sus Quirks. Pero antes de que pudieran hacerlo, una voz los interrumpió.

- ¡Basta, los dos! ¡Dejen de pelear