Capítulo 6 - Inhumano.

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Todo continúa una vez el dúo regresa al edificio y se quedan parado en la entrada del lugar, ahí deciden mirarse de nuevo en silencio, entrando en un momento de tensión absoluta hasta que ambos señalaron lo que vieron, como si desenfundaran un arma en un duelo de una película western.

"¡Tu ojo!" Gritó Arcturus mientras señalaba el ojo de Aider, y debido a este grito, Aider también notó que la lengua de Arc era como una botella de vidrio con un polvo brillante.

"¡Tu... Tus manos y tu l-lengua!" Gritó Aider mientras señalaba la boca de su compañero a la par de que señalaba una de sus manos, él no se podía creer esto. "¿Qué es todo esto? ¿¡Realmente Arcturus es del cielo, es una estrella caída como él dice!? ¡N-No! ¡Me niego a pensar en eso, tal vez solo estoy delirando desde que me junté con este puto enfermo! ¡Síii, estoy delirando, eso seguro!" Dijo el chico del parche en su cabeza mientras se reía de los mismos nervios, de la histeria, y luego se alejaba un poco de Arcturus.

"Aider, joven, tu ojo tiene una marca ex...traña..." Arcturus bajaba lentamente su mano mientras veía a su amigo tan extraño, esa actitud amargada y seria de antes cambió de manera radical, ahora lo veía... Asustado, histérico, y distante. Eso despertó un recuerdo de cuando él vagaba por ese pueblo en una noche que decidió salir, asustado de la gente como la gente de él, hasta que escapó del lugar para llegar a su casa. Un nuevo sentimiento se presentó en Arcturus, y era la tristeza, estaba triste de ver a la persona más cercana a él estando así, teniendo miedo de él porque, a pesar de todo lo que le contó, su amigo no le creyó hasta que habló de lo que vio, pero, de todas formas, Aider se veía escéptico. Arc desarrolló la tristeza tan rápido en ese momento que llegó al punto de quiebre, empezando a llorar y soltar quejidos al no poder hablar, como si no tuviera la capacidad de hablar y las palabras hayan desaparecido de su cabeza por este fuerte sentimiento tan negativo... Sus lágrimas eran extrañas, eran ligeramente densas por lo que bajaban más lento por sus mejillas a diferencia de las de un ser humano, estas también presentaban el característico color verde de lo que él contiene en su interior, pero estas brillaban con mucha intensidad. "¿A-Ahh? Auh..." Fue lo único que salió de la boca del chico, quejidos mientras su vista se nublaba y las lágrimas caían de su delicado rostro hacia el suelo, no causaban nada en el suelo, solo dejaban su brillo intenso ahí antes de desaparecer en pocos segundos.

Aider, desde su punto de vista, se volvía más histérico al haber visto esas cosas de Arc y peor pensaba de su estado mental, el cual él mismo sintió que estaba decayendo al ver todo esto y por ser un terco escéptico a pesar de tener suficientes pruebas para ver que era cierto. Aunque, al verlo expresar algo tan humano como la tristeza y haber llegado a un punto de quiebre como para soltar un llanto que le provoca la incapacidad de poder hablar, así como veía sus lágrimas tan extrañas, era un ser inhumano, pero a la vez, era un humano como él. La histeria de Aider se apagó al igual que su risa, y así, su empatía por el joven que lo acompañó por muchos días se volvió a encender, seguía un poco escéptico, pero ignoraba eso después de haber visto esas lágrimas caer. El chico del parche se acercó a su compañero, suavemente colocando su mano derecha en el hombro izquierdo del chico estrella, sin decir ninguna palabra, solo miró antes de darle unas palmadas en el hombro como hizo el otro día para consolarlo de ese mal recuerdo, volviendo a repetir lo mismo.

El llanto de Arcturus cesó, sus mejillas quedaron con una línea de brillitos por donde las lágrimas siguieron su camino para llegar a su mentón y caer una por una, seguía triste a pesar de ver que su amigo ya estaba tranquilo, no estaba con miedo como antes, pero esa tristeza iba a estar por un largo rato al ser algo nuevo y algo feo para Arc. Aunque ahora podía volver a hablar, recuperó esa capacidad una vez terminó el llanto, y de ahí solo miró a su amigo antes de agarrar su mano y alejarla de él. "No seré un humano como tú, pero siento cosas como tú, verte así solo me trajo malos recuerdos. No lo repitas. No soy humano, ya lo viste, no me trates como una amenaza o pienses que estas delirando." Dijo con un tono serio antes de sentarse en el suelo, al lado de la entrada del edificio. Aider no supo qué decir ante esto, sin importar las veces que él lloró, nunca hubo alguien para consolarlo, así que no sabía cómo podía hacer eso para que el ambiente esté tan... Incomodo. Este solo se quedó mirando por un rato antes de entrar al edificio sin decir nada.

La estrella falsaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora